Ana y Jane disfrutaron ayer de una lección muy especial: su primer contacto con la navegación. Junto al resto de sus compañeros prestaban atención a las indicaciones de Mercedes Pequeño, directora de la Escola de Vela, que diseminaba a la perfección su licenciatura en Psicología Infantil para atender a las necesidades, temores y expectativas de los pequeños grumetes. A su lado, tres monitores y dos auxiliares mostraban las pautas a seguir en esta jornada inaugural de una iniciativa organizada por el Club Nàutic de Santa Eulària.

Iniciados y principiantes compartían los consejos que se les daba. Lo primero, conocer las partes del barco, el manejo del timón y la forma en la que el viento afecta a la conducción. Una vez expuestas las nociones esenciales, el siguiente paso era colocarse las medidas de seguridad pertinentes y ¡al agua! Una zodiac era la encargaba de arrastrar fuera del puerto a los Optimist mientras que la barca conjunta seguía el rastro que marcaban. Apenas 60 minutos de paseo incrementaban las ganas de volver el próximo día y continuar explorando los secretos de un deporte a medio camino entre la afición y la pasión.

La experiencia, que se desarrolla hasta el próximo 15 de septiembre en sucesivos cursos de 15 horas de duración, cuenta con el respaldo del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, en virtud del 1.678.000 pesetas que aporta, patrocinio que permite que todos los jóvenes de la isla de edades comprendidas entre los siete y los 14 años, se aproximen hasta el mar. No obstante, las ayudas no quedan ahí y diferentes condiciones como la de ser socio de la entidad promotora o la de residente facilitan una cuantía que puede ser incluso de sólo 1.000 pesetas en concepto de expedición de la licencia federativa. El lema de esta edición, «Un ciudadano, un marinero», no es sino el pretexto para incentivar a profundizar en un medio que supone, no sólo riqueza económica, sino una fuente inagotable de valores.