Las previsiones de GESA contemplan el cierre de Sant Joan de Déu en el año 2001.

Las medidas liberalizadoras aprobadas el pasado viernes por el Consejo de Ministros ponen en peligro parte de las inversiones que GESA tenía previsto realizar en Balears en los próximos cinco años. El Gobierno ha limitado el crecimiento de nuevas centrales de generación de energía para la compañía Endesa en los próximo cinco años y, según el vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, quedarán paralizados todos los proyectos de centrales de producción energética que no tengan iniciados los trámites administrativos.

De todas las inversiones previstas por GESA para este quinquenio hay al menos dos que se salvan de esta prohibición. Se trata de la instalación de cuatro turbinas de gas en Son Reus y la instalación de otra turbina de gas en Eivissa. Ambos proyectos, que ya están en curso, suponen una generación de potencia de 157 megawatios. En situación más dudosa se encuentran la instalación de dos motores diesel en Eivissa previstos para 2001, una turbina de ciclo combinado en Son Reus prevista para 2002, otra turbina de gas en la misma zona para 2003 y dos turbinas de gas para Maó y Eivissa previstas para 2004. La ejecución de estos proyectos dependerá de si han iniciado o no los trámites administrativos.

En principio, las medidas liberalizadoras del Gobierno podrían no tener efectos en vista de que la Ley del Sector Eléctrico establece que las actividades de suministro eléctrico serán objeto de una reglamentación singular en las Islas. Sin embargo, el presidente de GESA ha reiterado en numerosas ocasiones su preocupación por el hecho de que este marco reglamentario continúa pendiente de desarrollo.