El cambio de opinión del Govern sobre la fecha de entrada en vigor
de la ecotasa, adelantada al 2001 según las afirmaciones que
realizó hace dos días el presidente del Ejecutivo autonómico, no ha
podido sorprender más a lo hoteleros, que consideran totalmente
descabellado empezar a recaudar un año antes de lo previsto el
impuesto turístico. El sector turístico afirma que ya no puede
sentirse ni sorprendido y se declara «anonadado» con la manera de
actuar del Govern y su insistencia en empezar cuanto antes a cobrar
la ecotasa.
El presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera,
Joan Bufí, explicó ayer que a finales del mes de julio se cierra la
contratación con los touroperadores para la próxima temporada y
para esa fecha todavía no habrá comenzado la tramitación
parlamentaria del proyecto de ley, prevista para el mes de
septiembre. La ecotasa, según el texto aprobado por el Govern,
entrará en vigor a los seis meses de recibir el visto bueno del
Parlament, lo que significa que si se aprueba a finales de año,
estaría lista para funcionar a comienzos de la próxima temporada.
Sin embargo, si los hoteleros no pueden incluir esta tasa en sus
contratos con los touroperadores (que estarían firmados con muchos
meses de antelación), la Federación Hotelera augura que habrá que
hacer un cobro directo y personalizado en las recepciones de los
establecimientos de alojamiento.
El sector no sabe ya cómo expresar su malestar y disconformidad
con la medida y trata de convencer al Govern y a la sociedad de que
su oposición al proyecto está basada en la convicción de que la
ecotasa perjudicará notablemente al turismo y, por extensión, a
toda la economía de la isla. Por ello han comenzado una campaña
publicitaria con la que explican que están a favor de la protección
del medio ambiente y de que se utilicen recursos económicos para
ello, pero descartando el cobro de un nuevo impuesto al
visitante.
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