OLGA QUINTANILLA-MADRID La diputada ibicenca del Partido Popular María Luisa Cava de Llano aprobó ayer en el Congreso de los Diputados el examen de idoneidad al que fue sometida por la Comisión mixta Congreso-Senado como paso previo a su nombramiento para el cargo de adjunta primera al Defensor del Pueblo. A dicho examen también se presentó el diputado socialista Manuel Aguilar, que aspiraba a la candidatura de adjunto segundo del mismo órgano. Ambos pasaron la prueba obteniendo 40 y 42 votos, respectivamente. La diferencia se debe al hecho de que los parlamentarios del PNV optaron por abstenerse en la votación de la candidata ibicenca.

Durante su exposición, Cava de Llano abogó por una interpretación extensiva de los derechos humanos tomando como base el artículo 10 de la Constitución, sobre el que afirmó: «Debemos estar vigilantes ante la intolerancia, el racismo, la xenofobia y el machismo». «Entiendo -agregó- que los derechos humanos no sólo constituyen una preciosa declaración de intenciones, sino un reto y un compromiso para hacer efectivo el respeto a las personas y a los grupos en que se integran para conseguir un orden social basado en la justicia y en la solidaridad».

Cava de Llano constató ayer que las quejas más frecuentes que se registran en la Oficina del Defensor del Pueblo son las que aluden al funcionamiento de la Justicia y las que plantean los ciudadanos a favor de los internos de prisiones, inmigrantes, menores, ancianos y desprotegidos. La ex diputada señaló que estos colectivos justifican por sí solos la existencia de la figura del Defensor.