Los arqueólogos encargados de comprobar la presencia o no de restos
arqueológicos en la zona donde se construirá el dique de Botafoc
inician hoy las pruebas geosísmica, que suponen la segunda y última
fase del estudio histórico previo a la construcción del dique.
Los trabajos terminarán mañana y consisten básicamente en un
estudio de la masa de arena mediante sónar. Estas prospecciones
están coordinadas por el arqueólogo Daniel Pérez Vicente, uno de
los más prestigiosos del país con una dilatada carrera en
prospecciones arqueológicas de este tipo. Además, cuenta con el
soporte técnico de una empresa especializada en espeleobuceo y la
inspección periódica del arqueólogo de Patrimonio del Consell
Insular de Eivissa y Formentera.
El objeto de estas pruebas es medir las características del
terreno basándose en el análisis de los valores de velocidad de
propagación de las ondas elásticas impulsadas sobre el fondo
marino, con una penetración en el terreno de 60 metros de fondo. El
análisis de las ondas incidentes y su posterior rebote captado por
un sónar de movimiento lateral ofrecerán información sobre las
peculiaridades históricas del terreno aportando los datos
necesarios que posibilitan diagnosticar la existencia o no de
restos arqueológicos en la zona.
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