M.M. Los controladores de ses Salines han podido constatar que, al igual que en el resto del archipiélago, el calor que afecta a las islas ha provocad cambios en los hábitos de nidificación de las aves que utilizan ses Salines como zona de paso o asentamiento. Así, este año, el aumento de las temperaturas, entre dos y tres grados más elevadas que el pasado año, ha provocado que las aves de verano hayan avanzado su llegada mientras que las especies de invierno han abandonado la zona antes de lo previsto. El GEN realiza un control permanente de la población de aves en la Reserva.