Nunca es tarde para aprender. A pesar de que esta frase parezca un tópico en desuso, ayer por la noche demostró en Sant Jordi su vigencia. Cerca de 60 estudiantes de la Escola d'Adults mostraron orgullosos al público todos los trabajos que han realizado a lo largo de este último año. Quizá estén a años luz de las creaciones que vimos hace una semana en la pasarela Adlib, pero les superaron en ilusión.

Los alumnos de este centro realizaron un pase de modelos con la ropa que ellos mismos han diseñado en este último curso. Cada estudiante se encargó de mostrar sobre el escenario de la plaza de Sant Jordi un par de sus mejores creaciones.

Al mismo tiempo, en las cercanas dependencias municipales de Can Jurat, otra cincuentena de adultos exhibía varias de sus creaciones en macramé y pintura.