Gregorio Cañellas, Jeanette Bleeker, Bruno Reymond y Hjordis Fogelberg tan sólo tienen dos cosas en común. La primera, su actual lugar de residencia: Eivissa. El segundo nexo de unión de este heterogéneo grupo es que todos abandonaron sus respectivas profesiones -broker, escritora, restaurador y estudiante- para abrir sendos negocios en la isla. Apuestas que hoy se traducen en un bar en Sant Antoni (el Naïf), una galería (El libro azul), una cadena de decoración (La maison de L'Elefant) y una empresa creativa (Blue Cactus).

Los cuatro han sido objeto de un reportaje que publica la revista «Elle» en su edición española del mes de junio, tema ilustrado por impresionantes fotografías del artista, también residente, Conrad White.

La negación de la rutina y el afán por dirigir otra vez sus vidas en un entorno (lo único) que se tenía claro en el momento de emprender el cambio fueron los condicionantes de este arriesgado borrón y cuenta nueva. El balance es más que positivo ya que todos ellos son hoy por hoy personajes ampliamente reconocidos en el circuito insular. Los argumentos para elegir el punto más al sur de las Balears y no Sicilia, Córcega o cualquier otro paraje del Mediterráneo son dispares pero apuntan a «la luz, la tranquilidad» o, simplemente, «las oportunidades».

New York, Alemania, París o Dinamarca se quedan cortos en la comparación.
· Nieves Ibarrondo.