Sin lloros, como era previsible, y muy poco a poco, las nuevas guarderías del Consell Insular, inauguradas por las autoridades la pasada semana en Sant Antoni y Santa Eulària, comenzaron ayer por la mañana a recibir a los que serán sus inquilinos durante los próximos años: los niños.
A pesar de todo, la incorporación de los pequeños "con edades comprendidas entre los 0 y los 3 años" se hace de una forma gradual para evitar cualquier tipo de sensación traumática, como explica la coordinador de las guarderías de la máxima institución pitiusa, Magdalena Merino.
Por el momento, a lo largo de los próximos meses los padres llevarán a los niños un par de horas cada día para que se acostumbren al espacio y a las cuidadoras que se encargarán de entretenerlos lejos de sus casas. El plazo máximo de adaptación se ha fijado en 15 días, aunque se ampliará según las necesidades del niño.
En el jardín de infancia de Santa Eulària ya se ha formalizado la inscripción de 35 pequeños, aunque el plazo continúa abierto, como explica Merino. Ayer, la mayoría de las madres se acercaron hasta el centro para conocer a las personas que se encargarán de sus retoños. El panorama no podía ser más prometedor para los chavales, puesto que todas las salas de la guardería rebosaban de juguetes todavía por estrenar. En estas condiciones, bien seguro que el plazo de adaptación de los pequeños se reducirá a la mínima expresión.
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