L.FERRER Las familias ibicencas prefieren acoger a un niño saharaui de forma temporal que a un menor de una familia de Eivissa y Formentera procedente una unidad familiar con problemas. Esta es la conclusión que extrae la abogada del Servicio del Menor del Consell Insular, Rosalía Moreno, del resultado del programa de acogimiento familiar simple que se puso en marcha en abril del año pasado.

Sólo dos menores han podido disfrutar de una estancia temporal en una familia pitiusa y únicamente hay cuatro familias en el registro de candidatos a albergar a un menor en sus domicilios.

Moreno asegura que «hubo mucha demanda de información cuando se inició la campaña, pero al conocer los términos de estos acogimientos se echaron atrás». Así, los menores suelen proceder de unidades familiares en las que hay falta de recursos económicos, un progenitor en la cárcel o afectado por una enfermedad que requiere tratamiento. «La gente no está preparada para asumir este tipo de situaciones», aclara la abogado. De todos modos, Moreno recuerda que hay varios tipos de acogimiento familiar y muchos niños que se benefician de ellos, pero esta última campaña «no ha tenido la respuesta esperada».