Mira que hemos vendido cosas. Nos quitaban de las manos los Furbys, las tortugas ninja y los tamagochis. Pero nunca en mi vida había visto una cosa igual. Tenemos hasta colas de chavales en las puertas de la tienda antes de que abramos», comenta Manuel Linares, encargado del establecimiento «Todo Hogar» de Eivissa. Se confiesa absolutamente desbordado por la Pokémonmanía mientras no para de despachar paquetes de cromos, chicles y otras gominolas con la cara de Pichaku, el héroe de este nueva fiebre que ha sacudido a todos los hogares de Eivissa con niños pequeños. Ahora, Ultima Hora Ibiza y Formentera se suma a esta fiesta y regalará ocho muñecos de esta serie por cada nueva suscripción anual que se contrate.

Esta nueva moda ha llegado a tal locura que en este establecimiento de Eivissa se han visto obligados a confeccionar una lista de espera con más de 60 nombres para entregar los álbumes de los cromos. La remesa llegó el pasado martes y ayer por la mañana ya se había vendido casi la mitad; esta escena se repite en la mayoría de librerías consultadas por este periódico, a nadie le queda ni uno sólo. La fábrica que los edita, al igual que Manuel Linares, está desbordada y no alcanza a servir a los pedidos de todos los comercios de nuestro país. El ritmo de ventas de los productos con la imagen de Pichaku es vertiginoso. En «Todo Hogar», por ejemplo, se despachan cerca de 6.000 cromos diarios y otros tantos álbumes.

Sin embargo, no son los chavales quienes se acercan a comprarlos, sino los padres, que compran grandes remesas y después se los administran a sus hijos. Es el caso, por ejemplo, de Soledad Navarro, quien ayer adquirió tres álbumes para sus hijos y nietos: «Tengo ocho hijos y siete nietos. Menos mal que algunos ya están mayores y no les da por coleccionar estas cosas», explica, mientras mete un buen puñado de sobres de cromos dentro de las bolsas.