Los políticos que apoyan el nombramiento de Jaume matas como ministro de Medio Ambiente destacan que su conocimiento de la realidad insular servirá para que el Gobierno Central actúe de forma inminente en las Islas, mientras que los ecologistas consideran que la labor desarrollada como presidente del Govern es la muestra de la política medioambiental que se desarrollaran los próximos 4 años.

Sea como sea, el nuevo ministro deberá atender varios proyectos básicos para el desarrollo medioambiental de Eivissa y Formentera. Así, Matas deberá hacer frente a las protestas de los ciudadanos de Formentera sobre la aplicación del deslinde de Costas. Una ley que también mantiene en pie de guerra a los vecinos de Sant Joan que ya habían pedido a Isabel Tocino una solución a esta polémica. Además, Jaume Matas deberá decidir el futuro del Plan de Protección Contra Avenidas de Eivissa, un proyecto destinado a prevenir inundaciones y que está pendiente de conseguir financiación. La figura de protección de Ses Salines, pendiente de la resolución de un recurso presentado en su día por el Govern balear es otro de los temas que se deberían quedar solucionados en la próxima legislatura. Los recursos hídricos y la futura gestión de los residuos, con especial atención a la legalización de los vertederos de Eivissa y de Formentera son otros de los «deberes» que quedan pendientes al nuevo ministro.

Mientras tanto, el alcalde de Formentera, Isidor Torres, aseguró ayer que Jaume Matas será un interlocutor «muy válido» para la isla porque conoce perfectamente la problemática de la isla. Torres aseguró que los tres grandes problemas de Formentera coinciden con tres competencias de Medio Ambiente. «No tendremos que explicarle nuestra situación porque ya la conoce y eso es muy positivo», indicó.