El Ayuntamiento de Sant Antoni obligará a las empresas constructoras a limitar su actividad durante los meses de temporada alta, al menos, en aquellos trabajos que se realicen en el interior del casco urbano del municipio. Así se recoge en la ordenanza municipal de Obras, Edificios y Solares aprobada ayer por el pleno del Consistorio y que establece que desde el uno de mayo hasta el 15 de octubre no se pueden realizar obras que supongan molestias y ruidos para los vecinos y visitantes. No se trata, según explicó el alcalde, Antoni Marí Tur, de «una parada general sino que se trata de la construcción de estructuras u obras que necesiten maquinaria pesada». La ordenanza establece, además, que el resto de actividad constructora deberá respetar una serie de horarios y condiciones previamente fijados por el Ayuntamiento.

En la sesión de ayer se dio luz verde definitiva sobre otra ordenanza municipal, la que regulará los ruidos y las vibraciones generadas por determinados establecimientos turísticos. La norma contó con el apoyo de los dos grupos de la oposición, el Pacte y Democracia Pitiusa que hicieron constar su «deseo» de que el Consistorio «haga cumplir de manera eficaz» la nueva normativa.