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GUILLERMO ROMANÍ
Esta semana, tras la Semana Santa, se iniciaron las obras de
demolición de las antiguas taquillas de las navieras que han tenido
que habilitar una serie de mesas en el exterior de la estación
marítima provocando las críticas de los residentes y visitantes que
deben utilizan las instalaciones para poder acceder a los barcos
que cubren el enlace marítimo entre Eivissa y Formentera. Así, el
«pool» naviero formado por Trasmapi y Flebasa instaló, el pasado
martes, una antigua caseta de venta de billetes en la zona donde
habitualmente estacionan los taxis. Por otra parte, y según los
vecinos, la zona de aparcamiento utilizado por los residentes
continúa vallada a la espera de ser asfaltada, mientras que el
actual espacio habilitado para los coches de alquiler es de uso
privado. Durante estos días los usuarios se han quejado
reiteradamente de las incomodidades y las obras que se están
realizando en el interior de la estación.
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