El Domingo de Ramos se inicia de forma oficial la Semana Santa. Los talleres de palmas y el trabajo realizado por las hermandades puntualiza un comienzo que, para ellos, se produjo hace semanas e incluso meses. La parroquia de Sant Jordi supone hoy una de las citas a las que no se debe faltar. Tras la bendición en la plaza y previamente a la eucaristía de las once, tendrá lugar la procesión alrededor de la iglesia.

La entrada mesiánica en Jerusalén se conmemora de este modo por los cristianos que inician el misterio de la pasión. Un recuerdo que se realiza en todas las iglesias aunque varia la forma en función de los participantes y la solemnidad de la que se dote al acto. Lunes, martes y miércoles el sacramento de la penitencia ocupa un puesto privilegiado en la agenda eclesiástica con el fin de que se cumpla el precepto anual de confesión.

Con ello se alcanza el Jueves Santo fecha que junto a las dos jornadas siguientes completa el Triduo Pascual, días en los que se desarrollarán las procesiones y los actos más significativos de la semana. Es la noche el momento en el que la fiesta adquiere un matiz más llamativo ya que se reservan las horas de sol para el recogimiento. La iglesia de Sant Antoni realiza a las seis de la tarde el lavatorio de los pies, símbolo de servicio y humildad. La Última Cena es el punto culminante de la velada como pretexto para dotar de un carácter especial a la misa.