La reapertura del mercadillo hippy de es Canar hubo de hacer frente ayer a un obstáculo nada previsible: el tiempo, pese a lo cual, más de cincuenta vendedores recibieron la visita de los primeros turistas del año. Aunque aún no se han desvelado los detalles del programa para esta temporada, la nueva relaciones públicas de este peculiar centro comercial ubicado en Es Canar, Gema Sales, ha apuntado algunos trazos de lo que será esta iniciativa: «Fundamentalmente, continuaremos en la línea de años anteriores, con actuaciones en directo que puede que comiencen ahora en Semana Santa e intentando superar el número de visitantes de 1999». Algo nada desdeñable si se tiene en cuenta que la cifra superó el millón.

Productos cuyo precio oscila entre las cien pesetas y las cuarenta mil -que pueden alcanzar algunas piezas de artesanía- son por el momento los atractivos de una tradición a la que irán sumándose, según recalcaban sus responsables «vendedores y clientes» a partir de Semana Santa. La tranquilidad se convierte, hasta entonces, en una de las grandes ventajas de la cita de los miércoles.