El ex primer teniente de alcalde de Formentera, Enric Barot, insistió ayer que su renuncia al cargo no tiene motivos políticos «sino que es una cuestión personal». En este sentido aseguró que la decisión ha sido tomada en contra de su corazón. «De la misma manera que el sentido del deber me llevó a aceptar el cargo, ese mismo sentido me obliga hoy a dejarlo», matizó.

Barot recalcó en su marcha que «desde la oposición se ha puesto en marcha una campaña de carácter xenófobo hacia mi persona atribuyéndome hechos inexistentes, calumniándome de forma sistemática y calificándome a través de la prensa como un recién llegado a Formentera». Barot señaló que este tipo de campañas tienen un calado importante en un lugar tan pequeño. «Cuando desde la izquierda nacionalista, ERC, se me califica de catalán forasterizado y desde la extrema derecha, es decir el GIF, se me califica de 'puta català', bajo esta tolerancia se esconde un serio problema de integración que me hace pensar que Formentera aún no está preparada para que una persona que no ha nacido en la isla forme parte de un equipo de gobierno», argumentó.

De todas formas, Barot quiso resaltar que «en los últimos nueve meses el Ayuntamiento ha dado un paso de gigante en se gestión tanto de calidad como de cantidad, gracias a un equipo de gobierno del que me siento orgulloso de haber formado parte».