Los vecinos de Cala Tarida exigieron ayer al gerente del Ibasan,
Juan Mateo Horrach, que agilice los trámites para solucionar los
problemas derivados del mal funcionamiento de las cuatro
depuradoras de la zona y que provocan, durante los meses de
temporada alta, la aparición de manchas en la playa de Cala Tarida.
Ayer se reunió en el Ayuntamiento de Sant Josep el responsable
de la gestión de las depuradoras de las Islas con el conseller
insular de Medi Ambient, Joan Buades, y con representantes de
diferentes colectivos vecinales y empresariales de Cala Tarida y
Cala Vedella. Tras más de tres horas de reunión, en las que cada
colectivo expresó su punto de vista acerca de cómo solucionar la
falta de depuradoras, el Ibasan se comprometió a estudiar, antes de
final de mes, la solución más factible para el litoral del
municipio de Sant Josep. En principio, el Instituto Balear de
Saneamiento, no tiene previsto desarrollar el proyecto elaborado
durante la anterior etapa del Ibasan y que consistía en construir
un colector para trasladar las aguas residuales desde Cala Tarida y
Cala Vedella a la depuradora de Sant Antoni. Esta solución, que
supondría una inversión cercana a los 600 millones de pesetas, no
es para el Ibasan la más idónea por cuanto, según explicó el
conseller Joan Buades, no soluciona el problema. «En esta zona
aumenta el número de habitantes en más de 8.400 personas, durante
el verano, una cifra muy elevada sobre todo porque la depuradora de
Sant Antoni soporta un volumen de trabajo muy elevado». El
conseller se mostró favorable a consensuar con los afectados una
solución definitiva para la zona. «Hay dos posibilidades, construir
dos nuevas plantas o adaptar el colector de Sant Antoni», señaló
Buades.
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