Los trajes tradicionales fueron una parte fundamental de la ceremonia religiosa de ayer. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

«Misión imposible». Ese era el título que la comisión de fiestas del Ayuntamiento de Santa Eulària quiso dar a la prueba organizada para los más pequeños en el día grande de las fiestas de la localidad. Y la denominación cinematográfica no pudo ser más acorde con la realidad de intentar distribuir a más de doscientos niños en grupos según las edades y establecer una puntuación para las nueve pruebas (hasta nueve) que se habían diseñado. La Plaza del Consistorio se convirtió en el lugar central de esta particular reunión de infantes de hasta 14 años de edad que se vieron obligados a quemar sus energías desde las once de la mañana.

Una hora más tarde, la iglesia de Puig de Missa recibía una avalancha bien diferente: la de cientos de fieles que no quisieron perderse la eucaristía solemne en homenaje a su patrona. La presidenta del Consell, Pilar Costa, el conseller de Interior, Josep Maria Costa, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Guasch, y el resto de su equipo ejecutivo, junto a autoridades militares, estuvieron presentes en la ceremonia religiosa y la posterior procesión. Una vez concluidos los actos de carácter sagrado, el grupo folklórico «Es Broll» realizó una demostración de ball pagés, vi, orelletes y bunyols.

Aunque el deporte (regatas de cruceros, tenis, fútbol y baloncesto) se sucedió durante toda la tarde, las actividades lúdicas continuarían a partir de las ocho de la tarde con una verbena popular amenizada por la orquesta «Missisipi» en la que colaboraba Ultima Hora Ibiza y Formentera . La jornada estaba previsto que concluyera con un espectacular castillo de fuegos artificiales lanzados desde la bahía de la ciudad a partir de las once y media de la noche.