El «boom» económico por el que está atravesando Balears se está
traduciendo en los últimos años en un descenso paulatino del número
de expedientes empresariales tramitados en los juzgados de las
Islas en cuanto a la solicitud de suspensiones de pagos y quiebras.
Según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística
(INE), el pasado año se contabilizaron un total de 22 quiebras y
dos suspensiones de pagos, frente a las 44 quiebras que hubo en
1993 o las 64 suspensiones registradas en este mismo año.
En el comparativo con 1998, la disminución no fue tan
considerable, 25 quiebras y cinco suspensiones, dado que se trata
de un ejercicio económico favorecido por la actual coyuntura
económica. Uno de los sectores más afectados por las quiebras y
suspensiones durante el pasado año fue el sector inmobiliario,
debido en parte a la proliferación de empresas aprovechando el
«boom» que está viviendo este sector desde 1997.
La Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB)
afirma que ésta evolución positiva está en concordancia con la
expansión económica que se vive en estos momentos en Balears: «La
salud mercantil existente en las Islas ha aumentado al haber menos
problemas de liquidez, lo cual propicia que las empresas se puedan
concentrar más en su negocio y estrategias de diversificación.
Esta trayectoria descendente se apreciará aún más en los dos
próximos años, dado que las perspectivas de crecimiento económico
son positivas, con aumentos del PIB por encima de la media nacional
y comunitaria, lo que garantiza un período de estabilidad económica
a corto y medio plazo en el archipiélago balear».
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