Una cola de clientas esperaba, ayer por la mañana, para poder abonar sus compras. Foto: MARINA MART.

No se produjeron escenas de histerismo, como en algunos grandes almacenes de la península, pero las colas en muchas de las boutiques de las Pitiüses se sucedieron a lo largo de toda la mañana. Han llegado las rebajas.

Muchos de los comercios de Eivissa amanecieron ayer con sus escaparates llenos de carteles anunciando los descuentos que se aplicarán hasta el próximo 6 de marzo, fecha en la que está previsto que acabe la campaña de esta temporada.

Como pasa todos los años, las tiendas de Mango, en el puerto de Eivissa, fueron las más concurridas. Los compradores "principalmente, señoras" tuvieron que soportar largas, aunque animadas, colas para todo: ver, probarse o pagar. «Lo mejor se va el primer día; cuando pasan unas semanas ya no queda nada más que saldos», explica Estrella, una especialista en rebajas quien añade, con mucha razón, que transcurridos unos días sólo quedan «trapos de tallas imposibles: o muy pequeñas o demasiado grandes». Ninguna cajera de este establecimiento tuvo ni un sólo momento para explicar cómo se desarrollaba el primer día de rebajas; estaban demasiado ocupadas devolviendo cambios, envolviendo y atendiendo a las numerosas clientas que abarrotaban el establecimiento.

Como cada año, la Unión de Consumidores ha hecho públicas sus recomendaciones para que estas rebajas no acaben saliendo más caras: comprar sólo lo necesario; comprobar el precio antiguo del producto; y vigilar que la prenda no esté tarada.