La plaza del Ayuntamiento de Santa Eulària se convirtió ayer en un auténtico taller de artesanía en el que decenas de niños se esmeraban por construir un Belén de barro como símbolo de unas fechas en las que ellos son los máximos beneficiados. Durante la mañana y la tarde, los pequeños se esmeraron en acabar una obra que permanece expuesta delante del edificio del consistorio municipal aunque hoy mismo está prevista que se finalice.

Los chavales de la localidad pudieron además hacer entrega de sus cartas en persona a Papá Noel. A cambio de sus misivas, los menores fueron obsequiados con caramelos que no todos pudieron comerse ya que antes habían degustado una gran buñuelada con cocas, refrescos y numerosos dulces. Las alumnas de María Teresa Rojas realizaron un espectáculo de flamenco en la nueva carpa adquirida por el Ayuntamiento donde se desarrollan la mayor parte de los actos de la Navidad y que se estreno ayer con la muestra de villancicos a cargo de los centros del pueblo.

Pero también hubo lugar para los adultos y la solidaridad. La inauguración del mercadillo contó con un invitado de excepción: la asociación para la defensa de los animales DUO, ha instalado varios puestos con juegos, tómbola y productos típicos para estas fechas con las que esperan recaudar fondos para la entidad ya que hace unos meses se quedaron sin sede y los animales que albergaban corrían peligro.