Los no residentes que hayan comprado una vivienda en Eivissa o
Formentera y que no la hayan declarado a la Agencia Tributaria
pueden empezar el nuevo año con una desagradable noticia. Multas de
hasta 15.000.000 de pesetas y penas de cárcel de entre 1 a 6 años
son las sanciones máximas previstas para los defraudadores. Y es
que a pesar de que cualquier persona que adquiere un inmueble tiene
la obligación de tributar por esta compra, la Agencia Tributaria ha
detectado que un número importante, aun sin determinar, de
extranjeros ha adquirido viviendas en las islas que no han sido
declaradas.
Con el objetivo de acabar con esta irregularidad y multar a
quienes hayan cometido delito, la Conselleria d'Hisenda i
Pressuposts y la Agencia Tributaria han iniciado una campaña
conjunta contra el fraude fiscal detectado entre los no residentes.
El objetivo que se han marcado, según el delegado de la Agencia
Tributaria en Balears, Antoni Miralles, es conocer con exactitud la
identidad de los propietarios de viviendas no declaradas y el
importe de la cantidad que deben a Hacienda, una información que
completarán en enero.
La campaña contra el defraudador no sólo actuará sobre los
compradores recientes sino que se remontará hasta el año 1995.
Miralles advierte que el pago de lo que se debe a las arcas no
exonerará de pasar por la prisión en los casos más graves de impago
de un mismo concepto impositivo.
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