El delegado de la Demarcación de Costas en Eivissa, Luis García
Roy, reconoció ayer ante el juez que llamó «falso y rastrero» a
Alejando Matallana, un empleado que fue sancionado por la
Administración a raíz de la denuncia. García Roy, que fue
denunciado por el empleado por proferir insultos, aseguró durante
la celebración del juicio de faltas por vejaciones que «decir la
verdad no es ningún delito».
Los hechos que juzgó ayer la magistrada juez del Juzgado de
Instrucción número 4 de Eivissa se remontan al 14 de mayo de 1999.
Alejando Matallana se encontraba aquel día en la Delegación de
Costas de Eivissa y al negarse a ir al despacho del delegado, éste
le empezó a insultar: «Me llamó sinvergüenza, rastrero y un
embustero. Al oír esos insultos le dije que retirara esas ofensas,
pero no lo hizo y me echó», recordó Matallana. El 28 de mayo
decidió presentar una denuncia en el juzgado.
Matallana recordó durante la celebración del juicio que antes de
que sucedieran estos hechos, «había tenido problemas». El técnico
de Costas alude a la labor realizada en aquellos días cuando
llevaba el control de las obras del Paseo Marítimo de Sant Antoni y
necesitaba un medio de locomoción. «Me enteré de que había un coche
y lo pedí. García Roy me pidió que hiciera una nota de interior y
me contestaría. Hice un escrito y lo presenté ante la Dirección
Insular». Asimismo, aseguró que el abogado de la Demarcación de
Costas le consultó sobre el caso: «Me dijo que este señor lo iba a
echar», en alusión a García Roy.
A Matallana se le abrió un expediente disciplinario por falta de
respeto a sus superiores que conllevó una sanción de empleo y
sueldo por la Administración en noviembre. El técnico de Costas
calificó de «horrible» su situación laboral y aseguró que está de
baja por depresión.
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