El alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur, y el grupo municipal del Partido Popular se quedó solo ayer en el pleno en su defensa del proyecto de construcción de una piscina en can Coix, obra que el Ayuntamiento tenía previsto presentar ante el Consell para que sea subvencionada en el Plan Insular de Obras y Servicios.

Tanto los representantes del Pacte Progressista como los de Democràcia Pitiusa se negaron a votar a favor del proyecto, que quedó sobre la mesa. Empezando por la ubicación elegida, la oposición no encuentra más que fallos en este tema. El portavoz del Pacte, Joan Marí Serra, explicaba ayer que él considera la piscina tan importante como los concejales del Partido Popular, pero añadió que no está dispuesto a que se apruebe de cualquier manera. Marí Serra denunció la falta de información a la que el alcalde somete a la oposición y condicionó el voto de su grupo a que se modifique el proyecto.

Entre otros aspectos, el Pacte advierte que la zona elegida no tiene ni alumbrado ni agua, que los aparcamientos no son suficientes y que la piscina puede estar demasiado lejos para las personas que no tienen transporte. «Necesitan la declaración de interés social para construir la piscina y ni siquiera la tienen», añadió Marí Serra. El portavoz del Pacte Progressista afirma que el alcalde «actúa con un estilo que no es de estos tiempos, sino de antes de la democracia». «Todavía no se ha dado cuenta de que ya no gobierna con mayoría», añade el número uno de la izquierda.

El PP está obligado ahora a llegar a un acuerdo de urgencia, si es que quiere que esta obra pueda ser presentada ante el Consell Insular en el plazo establecido, que finaliza el jueves.