El pleno que celebró la Corporación de Sant Joan el miércoles por
la noche acabó sin acuerdo sobre la subida de la tasa de basuras.
Los tres grupos políticos con representación en este Ayuntamiento,
el popular (en el gobierno), el independiente y el progresista,
entienden la necesidad de elevar la tasa, debido al déficit de
alrededor de 12 millones detectado por la institución en este
servicio, pero no coinciden en la manera en que debe efectuarse la
subida.
El alcalde del municipio, Antoni Marí Marí, Carraca, presentó
una propuesta por la que las viviendas y apartamentos en zonas
turísticas pasarían a pagar 8.800 pesetas anuales y las viviendas
en zona diseminada 6.000. En hostelería los precios oscilan según
el tipo de establecimiento: un restaurante pasa a pagar de 44.000 a
60.000 y una cafetería de 44.000 a 60.000. Los hoteles pagan por
habitación: 8.500 los de cuatro y cinco estrellas y 5.300 los de
tres, por ejemplo.
Carraca reconoció que subir los impuestos «es una cosa que no es
agradable para nadie», pero justificó este alza señalando que se ha
introducido la recogida selectiva y hay que hacer un nuevo contrato
con el vertedero.
Sin embargo, el grupo independiente consideró que la subida
debería ser lineal para que el incremento estuviera repartido entre
los contribuyentes y no castigara más a unos que a otros. Según el
concejal Joan Marí Marí, Roques, el equipo de gobierno está
utilizando «criterios arbitrarios».
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