La historia del dúo musical Baccara es una de las más curiosas de nuestro país. Pese a ser españolas, Marysé y María formaron el grupo en Alemania. Además, fueron los representantes de Luxemburgo en el festival de Eurovision, en el que lograron una muy honrosa segunda posición. Su mayor éxito es «Yes sir, I can booggie», del que vendieron la friolera de 16 millones de copias, el disco más vendido en el año 1977. Este pedazo de la historia musical europea actuó ayer por la noche en la discoteca «Privilege», dentro de la fiesta de La vaca asesina.

A su llegada al aeropuerto de Eivissa, las dos cantantes "que venían de una gala en Marbella" expresaron su sorpresa por el éxito que ha logrado su último trabajo «Made in Spain», en el que se dedican a versionar grandes éxitos nacionales, y que ha supuesto un merecido reencuentro con el mercado nacional. «Nunca fuimos profetas en nuestra tierra», explica Marysé.

De hecho, sus mayores éxitos se los han brindado los espectadores de Alemania, Inglaterra y Holanda, sin descuidar otros países más exóticos, como Kazajastán.

En España, Baccara siempre ha sido uno de los símbolos que ha adoptado el colectivo gay: «Nuestra relación con el público homosexual europeo siempre ha sido maravillosa. Ahora, este redescubrimiento que hemos vivido en nuestro país se lo debemos, sobre todo, a ellos», continúa Marysé. En honor a ellos, en su último trabajo se ha incluido el éxito «Y a quién le importa», de Alaska, una de las canciones gay de toda la vida.

De momento, Baccara tiene por delante un verano de lo más apretado: después de su actuación de ayer, Marysé y María partirán con destino a Holanda, donde tienen previsto actuar. Eso sí, este año, como dice Marysé, la canción del verano no será suya: «Eso ya pasó. La tuvimos con 'Yes sir, I can booggie' y fue todo un éxito», sentencia.