El argumento es bastante más sencillo que el fin del mundo. Se trata de un mero espectáculo celeste que en Eivissa comenzará a las 11.01 y terminará sobre las 13.48, dejando un cielo con un protagonista inusitado a esas horas: la luna. La corona de la atmósfera solar variable a más de diez millones de kilómetros, será lo único que quede visible de éste. La contemplación del último eclipse de sol del milenio requiere, sin embargo, varias medidas que no deben dejar de tomarse aunque la curiosidad pueda más que la precaución. Apenas 2 minutos y veinte segundos de contemplación pueden provocar lesiones oculares irremediables e incluso ceguera. Para evitarlo no mire el astro rey directamente ni a través de ningún instrumento óptico (telescopio, binocular, cámara de fotos) ni siquiera con filtros especiales, excepto los diseñados para este propósito, similares a los que utilizan los soldadores. El cristal ahumado, las radiografías, negativos o gafas de sol, cualquiera que sea su índice de protección, son también peligrosos, así como el reflejo en el agua. Los niños deben ser tomados especialmente en consideración dada la debilidad de sus ojos y los adultos han de procurar retirar la mirada afín de enfriar la retina. El método más sencillo consiste en usar dos folios, uno de los cuales con un agujero. Colocándose de espaldas al sol se sujeta la hoja de forma que los rayos incidan perpendicularmente en ella y que la luz que pasa por el orificio se proyecte en el otro. No obstante, si alguno decide hacer caso omiso de estas pautas, los síntomas comienzan a apreciarse algunas horas después y no duden en acudir a cualquier centro médico. Existe la creencia popular de que el mejor sistema es emplear un cristal ahumado, un hecho que ante su dificultad porque esté realmente en buenas condiciones, es mejor descartarlo. Pero las cabezas también tienen que prestar atención a la tierra porque es allí, en virtud de las inusuales actitudes de los animales y las extrañas reacciones de las personas, donde se producen uno de los sucesos más curiosos.