La fiesta ilegal que se está celebrando durante este fin de semana al final de unos acantilados de Santa Agnès, justo en frente del islote de ses Margalides, está atrayendo a cientos de personas, que buscan disfrutar de unos días «a tope» en la celebración al aire libre más multitudinaria de este verano. A quien no le ha gustado tanto este evento es al vecino cuyos terrenos han sido ocupados por las decenas de coches que se han acercado al lugar, quien ayer puso una denuncia ante el juzgado de primera instancia e instrucción 2, de guardia. La Guardia Civil de Sant Antoni, que se personó en la fiesta poco después de que comenzara, también ha abierto un expediente sancionador a los organizadores.

Cinco agentes pasaron la noche y madrugada del viernes al sábado ordenando el tráfico en la zona y registrando algunos de los vehículos que iban llegando al lugar. No obstante, ayer por la noche, cuando habían trasnscurrido ya más de 24 horas de su inicio, las fuerzas de seguridad no habían hecho nada por parar la fiesta, hecho que ha indignado al vecino afectado.

Como ya les avanzó este periódico, la fiesta arrancó el viernes por la noche, momento en el que fueron tomadas las imágenes que ilustran esta página. El lugar elegido es un terreno de muy difícil acceso, situado al final de un acantilado y al que sólo se puede legar a pie, después de más de media hora de camino.