Las obras que se están llevando a cabo en el hostal Rumaní, en Sant Antoni, habían sido objeto hasta ahora de denuncias y quejas por parte de algunos vecinos de la zona. Pero esta semana las cosas han ido más lejos.

Un altercado que el pasado lunes enfrentó a los vecinos con los obreros de la construcción se ha saldado con un habitante de la zona detenido por amenazas e insultos contra la Policía Local y una denuncia del implicado contra el Ayuntamiento de Sant Antoni y este Cuerpo de Seguridad.

Los hechos se remontan al pasado lunes, cuando A.F., vecino de la zona, fue detenido por la Policía Local y trasladado al cuartelillo de la Guardia Civil, donde posteriormente fue puesto en libertad.

El concejal de Gobernación, José Juan Ferrer, Blai, explicó ayer tres agentes acudieron a la zona alertados por un llamada que advertía que los vecinos y los obreros estaban enzarzados en una pelea. Según la versión policial, el detenido les amenazó y les insulto, llamándoles «hijos de puta», «sinvergüenzas» y «cojones».

El punto de vista del denunciante es bien distinto, ya que asegura que fue detenido por negarse a presentar su identificación, después de decir a los agentes que esta obra carecía de permisos. Además, A. F. afirma que pidió declarar en los juzgados, pero que se lo llevaron al cuartel de la Guardia Civil, desde donde posteriormente fue puesto en libertad.