Una vez construido el dique, las labores de carga y descarga de combustibles se realizarán más alejadas del núcleo urbano de Eivissa. Fotos: GERMÁN G. LAMA.

Un total de seis empresas se han presentado al concurso convocado por la Autoritat Portuària de Balears para la construcción del dique de Botafoc en el puerto de Eivissa.

El plazo de presentación de los proyectos acabó ayer, y ahora se procederá a la apertura de los sobres que ha presentado cada entidad con su correspondiente propuesta.

En consecuencia, la construcción del dique saldrá adelante, pese a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears, que consideraba que el Plan Especial del Puerto de Eivissa -en el que se incluía esta iniciativa- se había saltado la fase de exposición pública del informe de evaluación del impacto medioambiental.

Una vez analizados todos los proyectos, la Autoritat Portuària de la Comunitat Autònoma escogerá el que considere mejor y adjudicará las obras a la empresa que lo respalde.

Esta infraestructura tiene un presupuesto que asciende a 4.700 millones de pesetas, que serán financiados por la Unión Europea a través del Banco Europeo de Inversiones. Esta cantidad se encuentra dentro de la partida de fondos de cohesión que recibe España desde la UE.

Esta construcción consiste en un dique de abrigo para el puerto de Eivissa. Su finalidad es proporcionarle resguardo para que los vientos del sureste no ocasionen estados de agitación en las aguas interiores del muelle ibicenco.

Por otra parte, en el dique se llevarán a cabo las operaciones de carga y descarga de combustible, unas labores que se realizan hasta ahora en el muelle comercial, lo que suponía un peligro por su proximidad al núcleo urbano de Eivissa.

Según explicó el presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Lluís Ramis d'Ayreflor, esta construcción saldrá del islote de Botafoc y tendrá una longitud de 516 metros. Su anchura será mucho menor que la de un muelle, ya que su misión no es la de acoger operaciones ordinarias de carga y descarga.