Uno de los quioscos durante su montaje la pasada temporada. | Redacción Ibiza

La Dirección General de Costas y Litoral del Govern balear ha comunicado al Consell de Formentera que «no resulta posible adoptar medidas cautelarísimas que eximan del desmontaje de los ocho establecimientos expendedores de comida y bebida, vinculados a la concesión administrativa vigente», en relación a los chiringuitos de playa, ya que «deben mantenerse las condiciones impuestas y aceptadas en su momento por el concesionario».

Una de estas obligaciones era la de desmontar los quioscos del 15 de enero al 15 de febrero, un aspecto que tanto los concesionarios como el Consell insular consideran poco práctico y muy costoso y cuya aplicación habían intentado evitar.

Desde el Govern recuerdan que existe la opción de modificar la concesión administrativa. Sin embargo, la complejidad de los trámites para cambiar las condiciones actuales hace inviable que cualquier cambio pueda aplicarse en 2025.

La obligación de desmontar los chiringuitos fue establecida por la Dirección General de la Costa y del Mar del Ministeri de Transición Ecológica en la concesión que otorgó al Consell de Formentera el 26 de abril de 2023, es decir, casi dos años después de la convocatoria de la licitación por parte de la institución formenterense, por lo que en el pliego de condiciones del concurso no existe este imperativo.

Esta obligación supondrá un varapalo económico para los quiosqueros, que deberán soportar los costes del desmontaje, almacenamiento y el nuevo montaje de las infraestructuras antes de la temporada turística.