Este mes no habrá pleno ordinario en Formentera.

La celebración del pleno del mes de octubre en el Consell de Formentera está en el aire por el controvertido informe emitido por la comisión de seguimiento del Código Ético sobre la grave crisis que afecta a la institución insular desde finales de noviembre de 2023. En estos momentos, el pleno ordinario ya no puede celebrarse dado que no ha sido convocado con las 48 horas de antelación previstas por el Reglamento Orgánico del Consell (ROC). Queda la alternativa de un pleno extraordinario y urgente cuya celebración depende de que los consellers de la Corporación voten a favor del mismo. De telón de fondo se encuentra el enfrentamiento que habrían mantenido este martes el presidente Córdoba y el secretario de la institución, Ángel Custodio Navarro, por la presentación o no del informe ante el pleno insular.

En un primer momento, se había preparado un orden del día que, introducido por Navarro, contemplaba en su punto 2 «dar cuenta al pleno del informe emitido por la Comisión de Ética y Buen Gobierno del Consell Insular de Formentera según el artículo 16 del Reglamento del Código Ético, a propósito de la crisis institucional que sufre el Consell Insular de Formentera». Córdoba no dio su visto bueno a la introducción de este punto en el orden del día y alegó, según un informe elaborado posteriormente por el secretario, que «tratar este asunto le puede provocar daños y perjuicios irreparables y que se han de preservar sus derechos fundamentales». Córdoba recordó a Navarro, además, que ha recusado a dos miembros de la comisión, tal y como avanzó en exclusiva Periódico de Ibiza y Formentera.

Navarro no aceptó estos argumentos pues, según ha reflejado en su informe, considera que «es una obligación inexcusable que tiene la de dar cuenta de manera urgente al pleno» del informe de la Comisión de Ética. Informe que, según añadió el secretario, fue aprobado el día 2 de octubre. Además, Navarro también señaló que las recusaciones presentadas por Córdoba fueron rechazadas por la comisión, por lo que «es perentorio dar cuenta lo más rápido posible, como medida, entre otras, en pro de la solución a la crisis institucional» que sufre el Consell.

Navarro también precisó en su informe que, en cumplimiento del Reglamento del Código Ético y de la Ley de Consells, sería «radicalmente contrario a los derechos fundamentales de los 16 consellers restantes que se no dé cuenta al Pleno así como lo va a mandatar, por unanimidad, aquella comisión». Y añadió que «prevalecen los derechos de los 16 corporativos restantes a conocer el contenido del informe y no solo el derecho fundamental del presidente a que no se conozca».

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El comunicado de Córdoba

Llorenç Córdoba, por su parte, restó importancia a lo sucedido y, en un comunicado remitido a los medios de comunicación este martes por la tarde, aseguró que habrá pleno «aunque con una figura diferente a la de ordinario». El presidente explicó que su abogado le recomendó el lunes no aceptar debatir el informe de la Comisión de Seguimiento de Código Ético en el pleno porque las alegaciones que ha presentado ante este ente aún no han sido resueltas, por lo que «si firmaba el orden del día tal cual estaba, sería como renunciar a esas alegaciones». Entre estos reparos se encuentran, además de la recusación de dos miembros de la comisión, una en la que Córdoba pedía expresamente que el informe no se hiciera público «hasta que no estuviera todo claro porque podía provocar un daño irreparable tanto a la imagen del presidente como a la de Sa Unió, que son a los que se dirigía la investigación de la Comisión Ética».

En el mismo comunicado, el presidente del Consell precisó que solicitó al secretario retirar el punto del orden del día y que este «se negó en diversas ocasiones». Ya este martes, antes de las 09.00 horas, Córdoba habría solicitado a Navarro el orden del día para poder convocar el pleno ordinario para el jueves pero el secretario le habría informado que «ya no había tiempo», por lo que se decidió que sea una sesión extraordinaria.

«Lo que estaba claro», según añadió el presidente, «es que no iba a actuar contra mis intereses porque, si he presentado alegaciones para que me respondan y no tengo la respuesta, pues me tengo que esperar. No entiendo qué urgencia había en enseñar un informe de un órgano que no es vinculante. Entiendo que el informe hay que sacarlo pero hay que sacarlo bien». E insistió en que la comisión debe ser «totalmente imparcial» y ha de elaborar un nuevo informe dando audiencia tanto al propio Córdoba como a los consellers de Sa Unió.

Llorenç Córdoba, por otro lado, cuestionó la «ética» de esta comisión, presidida por el conseller de GxF Josep Marí y que este martes filtró a un medio de comunicación de Formentera que ha denunciado al presidente ante la Fiscalía Anticorrupción por un presunto delito de malversación de fondos públicos. La comisión considera, al parecer, que Córdoba habría empleado irregularmente fondos insulares al encargar al secretario accidental la redacción de sus alegaciones. El presidente tiene claro que el informe de esta comisión se ha hecho «con mala fe»: «Con esto se demuestra que están esperando este informe como agua de mayo para justificar una moción de censura». En cuanto a la denuncia, Córdoba reiteró que está «muy tranquilo» porque no ha hecho «nada malo». Y añadió que ya denunció días atrás que el informe es «una excusa para poder hacer una moción de censura ya que no tienen ninguna razón para ello y han fabricado una noticia para hacer un teatrillo, para salir todos asustados e indignados».