Imagen de archivo de Córdoba junto a José Manuel Alcaraz y Javi Serra el día de la noche electoral tras conocer la victoria.

La crisis en el Consell de Formentera no sólo no cesa sino que, a medida que van pasando los días, se agrava sin visos de que exista algún límite. El último capítulo lo ha protagonizado el exvicepresidente insular y hasta el sábado presidente del PP en la isla, José Alcaraz, quien ha dado a conocer su decisión de abandonar la dirección del partido.

Una decisión que también ha tomado la secretaria general, Ana Negre. Con este paso, Alcaraz espera que el PP «sea parte de la solución» a la crisis que atraviesa el Gobierno insular desde que el pasado mes de noviembre el presidente, Llorenç Córdoba, anunciara en un críptico mensaje que barajaba dejar de apoyar incondicionalmente al Ejecutivo de Marga Prohens.

Sin embargo, esa solución por la que apuestan Alcaraz y Sa Unió pasa sí o sí por la dimisión de Llorenç Córdoba. Tanto es así que, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, Alcaraz ha dejado claro que la coalición «no se sentará nunca más» a negociar nada con el todavía presidente insular. «No lo haremos jamás», ha subrayado, «nosotros no vamos a gobernar con alguien que está loco o presuntamente loco».

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«Coacciones»

«Estoy harto de las coacciones de Córdoba», ha explicado Alcaraz, «primero, para conseguir un sobresueldo ilegal de 4.000 euros y, después, para quedarse con la subvención del grupo parlamentario».

«Ha dirigido siempre su estrategia para forrarse a costa de todos. Ha estado amenazando cada vez que Sa Unió salía en su contra y ha amenazado al Govern en el Parlament, por el sobresueldo y para que me echasen. Para quitar esta presión sobre el Govern, yo he decidido renunciar a la presidencia del PP en Formentera y que no pueda usar más esto de excusa amenazando a cambio de su voto en el Parlament», ha indicado.

Alcaraz ha afirmado que la pretensión de Córdoba es «convertir el Consell de Formentera en una dictadura». Y es que, ahora mismo, el presidente gobierna sin equipo de consellers. El único que no ha dimitido de sus cargos es Artal Mayans, responsable del área de Turismo, pero Sa Unió espera que lo haga en los próximos días. Córdoba, además, no puede nombrar consellers no electos por lo que, a partir de este miércoles, la institución insular entrará en una situación inédita en la que habrá un presidente, puede que un conseller de gobierno y 15 consellers en la oposición.

«El plenario no va a permitir que se quede con todas las competencias o que se cargue la Junta de Gobierno», ha advertido Alcaraz, «y Sa Unió va a llevar al próximo Pleno otra vez la propuesta para que abandone el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Baleares». Alcaraz ha recordado que Córdoba ni siquiera ha convocado el Pleno destinado al debate sobre el estado de la isla, a pesar de que está obligado a ello. Y ha denunciado que todas las áreas gestionadas por el presidente están en una situación muy precaria.

El apunte

Señala que la única alternativa que le queda Córdoba es la dimisión

Alcaraz ha señalado que Córdoba «tiene una estrategia para forrarse y nosotros hemos tenido que actuar en base a sus locuras». Ha descartado que los ocho consellers de Sa Unió dejen sus actas como cargos electos porque, si eso sucediera, «todo seguiría igual dado que el resto de la lista también quiere que Córdoba se vaya de una vez». El presidente, ha recordado, «ha querido nombrar como cargos eventuales a personas del PSOE, ha contratado al hijo de Cándido Valladolid como asesor de Presidencia o ha contratado a una empresa sancionada por el Consell para hacer el informe de s’Estany des Peix». Alcaraz ha incidido en que la única alternativa que le queda Córdoba es la dimisión. «Es un extorsionador que nunca ha actuado por el interés general, sino para forrarse y aumentar su ego», ha lamentado Alcaraz, «si yo me voy del Consell, no se resuelve nada, pero, si es él el que se va, se arreglará todo
el problema».