El chiringuito Bartolo es uno de los más apreciados en Formentera. | Toni Ruiz

La Asociación de Chiringuitos de Formentera no da su brazo a torcer y reclama la exclusión del concurso de las ofertas mejor valoradas por sustentarse en «propuestas irreales de gastos que no contemplan los costes de personal que deben ser subrogados según la normativa laboral vigente».
Dicha asociación sostiene en un escrito remitido a los medios de comunicación que hace dos años presentó una alegación ante el Consell de Formentera señalando que los trabajadores no debían ser un criterio evaluable «toda vez que los trabajadores y las trabajadoras de las concesiones deben ser subrogados de forma obligatoria tal y como se establece en Estatuto de los Trabajadores».

Para los chiringuitos ‘tradicionales', los informes de valoración de las ofertas «quedan invalidados con la obligatoriedad de la subrogación, puesto que de forma mayoritaria las empresas clasificadas en primer lugar en la propuesta de la mesa presentaron un número muy inferior de trabajadores y trabajadoras a los realmente existen y que tienen la obligatoriedad de contratar».

Además, señalan que la oferta propuesta en primer lugar por la mesa de contratación para gestionar un quiosco en la playa de Migjorn «es una que estimó una plantilla de 5 trabajadores, cuando en el momento de la licitación eran más del triple».

También apuntan «la inviabilidad laboral de muchas ofertas presentadas», ya que según sus cálculos «el personal previsto es insuficiente para garantizar los descansos del personal según convenio colectivo, vulnerando las obligaciones aplicables en materia laboral, lo que determina el rechazo de la oferta por inviabilidad jurídica y la exclusión del licitador en aplicación del artículo 201 LCSP (Ley de Contratos Sector Público) y supone un incumplimiento de una condición esencial del contrato».
Unas alegaciones presentadas ante la mesa de contratación del Consell de Formentera desde hace dos años «y que a fecha de hoy aún no tenemos respuesta».

La adjudicación de ocho quioscos de playa es uno de los asuntos que el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, tiene sobre la mesa. Un asunto heredado de la legislatura anterior y que debe acometer en las próximas semanas ante la cercanía del comienzo de la temporada turística.