Desde el mes de enero y hasta finales del mes de marzo, la Conselleria balear de Medio Ambiente procederá a eliminar bolsas de procesionaria en la isla de Formentera «manualmente y con tiros de escopeta». Según la información facilitada por la Conselleria a Periódico de Ibiza y Formentera , «estas labores se están llevando a cabo con personal del Ibanat», además de contar con la «colaboración del Consell Insular y de la empresa Tecmena».
Entre los meses de junio y octubre, el procedimiento que se llevará a cabo será el denominado «trampeo». Este año 2023 como novedad, según el departamento de Medio Ambiente, se sumará una ruta más a las cinco establecidas en los últimos años, y la previsión es instalar 1.100 trampas.
Finalmente, el tratamiento terrestre se ejecutará durante el mes de noviembre, en el que vehículos con cañones incorporados procederán a lanzar el mismo producto que se ha usado en los últimos años; el bacillus thuringiensis var kurstaki, cuya marca comercial es BELTHIRUL 16.
«Es un error»
No contemplan desde la administración autonómica para esta temporada la fumigación aérea de las zonas de mayor densidad de procesionaria de la isla, algo que ha sido calificado como un «error» por parte de Sa Unió. Esta formación puso en evidencia que los sistemas que se están usando en la actualidad «no están funcionando» ya que, a su entender, «hay más procesionaria que nunca y se sigue extendiendo por toda la isla». De hecho, ya se pueden ver bolsas en el núcleo urbano de es Pujols. De cualquier forma, el portavoz de la coalición, Lorenzo Córdoba, apuntó que «la culpa de que la procesionaria campe a sus anchas por la isla de Formentera es de los que tomaron la decisión populista de no hacer caso a los técnicos del Govern balear», que apuntaban a la necesidad de hacer un tratamiento aéreo.
En este caso, la decisión la adoptó la consellera de Medio Ambiente en la legislatura 2015-2019, Silvia Tur, de Gent per Formentera. «Los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern balear dijeron que había que hacer un tratamiento aéreo con un insecticida autorizado», relató Córdoba, «máxime cuando se trataba de una zona en la que no había población y que, de esa forma, se habría erradicado totalmente el problema en la isla».
En este sentido, recordó las declaraciones realizadas en más de una ocasión por el jefe de Sanidad Vegetal del Govern balear, que alertaba de que o bien se tomaba la decisión de fumigar con insecticida o la isla tendría un problema para toda la vida. Sin embargo la decisión «política» de la consellera fue que «no quería que se utilizase ese producto», por lo que «el problema ha ido creciendo y nos encontramos con que se ha extendido por toda la isla», incluidos núcleos urbanos. «Esto se habría acabado si se hubiera aceptado desde un principio la decisión técnica», insistió el portavoz de Sa Unió.
Lorenzo Córdoba criticó a su vez que el Govern balear lleve gastados más de un millón de euros de las arcas públicas en un tratamiento que no es eficiente.
De hecho, volvió a hacer referencia al jefe de Sanidad Vegetal autonómico, quien ya había alertado de que «fumigar con lo que se está fumigando reduce el número de la procesionaria, pero no la elimina».
Hay que recordar que no es la primera vez que desde el grupo de la oposición del Consell formenterés se exigen más medios para erradicar la procesionaria y que utilicen más alternativas a los tratamientos actuales, tales como los collarines de los pinos y los sistemas de endoterapia.
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