Donés tenía una intensa relación con Formentera desde que se enamoró de la Pitiusa menor cuando era un niño. De hecho, quedó tan enganchado que hace un par de décadas compró y restauró con sus propias manos una casa payesa en Porto Salè que ha retratado en varios de los videos clips de sus canciones.
El artista catalán era un amante del ritmo tranquilo de la Formentera de invierno y de els ous amb sobrasada que siempre compartía con su amiga Pepita Juan y «s'agüela» sentados juntos en la misma mesa.
Otro de sus grandes amigos en la isla fue el también desparecido Toni Mendrugo cocinero ibicenco al que Pau conoció en los fogones del mítico quiosco Anselmo en Caló de s'Oli. Toni Planells Mendrugo cocinaba extraordinarios platos de pescado de la isla, que hacían las delicias del cocinero Juan Mari Arzak, quien también se sentó muchas veces en la misma mesa que Pau Donés.
De hecho, el ibicenco había vivido en Japón y Nueva York y explicaba durante la puesta de sol de Formentera historias que fascinaban al autor de canciones míticas como La Flaca o Bonito y que, incluso, en algunos casos acabaron convertidas en canción.
Un isleño más
A Pau Donés le encantaba sentirse un isleño más y era normal verle paseando tranquilamente por las calles de Sant Francesc o en reuniones interminables en La Mola de las que salieron discos como De Vuelta y Vuelta, editado en el año 2001, y en cuya portada aparecía el propio cantante barcelonés en compañía de su amigo Mendrugo.
Otra de sus pasiones era navegar en las aguas de Formentera a bordo de un catamarán y también era conocido por ser muy bueno con el windsurf, un deporte que practicaba todo el año en sus visitas a la menor de las Pitiusas.
Improvisaba recitales
Además, el cantante de Jarabe de Palo humanizaba su figura cuando no dudaba en improvisar recitales entre amigos en bares como Ses Roques o la Fonda Platé. Incluso, algunos se hicieron para hacer colectas solidarias, como la que pretendía recaudar fondos para comprar un vehículo nuevo al también desaparecido Miguel Ángel Rodríguez Tranquilito, al que también dedicó una de sus canciones.
Incluso, en 2018 el cantante recibió algunas sesiones de quimioterapia en el hospital de Formentera y lo compartió con gran sentido del humor con sus seguidores en las redes sociales junto a una fotografía vestido con un bañador, un gorro y una mascarilla.
Antes de retirarse, ofreció un concierto inolvidable el 23 de agosto de 2017 en el Centro Cultural Cervantes para celebrar sus 50 años y los 20 años que cumplía el grupo Jarabe de Palo. Incluso, en Formentera, en 2018 se unió al cantante formenterense Rico Hartmann, conocido como Jah Chango, en la canción Sofá de cuero que formaba parte de su disco Un kilo de más.
Según explicó Chango a Periódico de Ibiza y Formentera en aquellos días, ambos mantenían una amistad de hace más de dos décadas «cuando un joven cantante que buscaba abrirse camino en la música decidió regalar su primer disco, Off beat, a otro ya con una carrera consolidada, que vivía en la menor de las Pitiusas y era cliente habitual del bar de los familiares del joven».
Hace ahora un año, el artista catalán anunció su retirada de los escenarios y se marchó a Estados Unidos con su hija a «vivir», pero hace algunas semanas mostró en las redes sociales el vídeo clip de Eso que tú me das con el que anunciaba su intención de volver a los escenarios después del verano. Desgraciadamente ha perdido la batalla, pero nos deja su música y el recuerdo de alguien que siempre fue un buen tipo, muy generoso y educado.
Buen viaje, Pau.
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