Se ha abierto una zanja en el exterior del cementerio, justo en la pared donde fueron fusilados.

Después de tres días de excavaciones los cuerpos de los cinco fusilados en marzo de 1937 continúan sin aparecer en el cementerio de Sant Ferran, donde se cree que fueron enterrados en una fosa común.

El equipo de arqueólogos y antropólogos ya ha tapado los dos primeros sondeos que se llevaron a cabo en las esquinas este y norte del camposanto, donde la mayoría de testigos aseguraba que estaban los restos de los cinco hombres asesinados. «Las previsiones eran muy optimistas porque pensábamos que era muy fiable la información que teníamos. Hay una cierta decepción pero todavía quedan dos días y continuaremos trabajando, a ver si tenemos más suerte», apuntó Luis Ruiz, presidente del Fòrum per la Memòria Històrica, asociación que ha liderado y coordinado esta excavación, la primera que se lleva a cabo en una fosa común de las Pitiusas.

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Los sondeos se centran ahora en otros dos puntos del interior del cementerio y también en el exterior, junto a la pared donde fueron fusilados los cinco hombres, ya que existen otras fuentes que también señalan que fueron enterrados en esta zona.

El presidente del Consell, Jaume Ferrer, y el director general de Participació i Memòria Democràtica, Manel Santana, visitaron ayer el cementerio.

Los nombres de las personas que se buscan en Sant Ferran son: Jaume Ferrer Ferrer –de na Morna-, Josep Ribas Marí –Pep de Baix-, Joan Tur Mayans –de can Pep Damià-, Jaume Serra Juan –de can Mariano d'en Corda- i Vicent Cardona Colomar –de can Fumeral-.