Ayer arrancó la decimoctava edición de la Vuelta en Formentera nadando contra la fibrosis quística organizada por la Fundación Respiralia. Durante tres días, 240 nadadores participan en esta travesía solidaria con el objetivo de ayudar a divulgar la lucha contra esta enfermedad.
Respiralia llegaba ayer a su mayoría de edad. Lo hacía siendo un éxito de participación, con multitud de nadadores y nadadoras que se han apuntado al reto de atravesar nadando en tres días la isla de Formentera en apoyo con los afectados por fibrosis quística. Un reto que según explicó Carlos Pons, director gerente de la Fundación Respiralia, en cada edición cuenta con más adeptos y con más difusión ya que se trata de «un acontecimiento marcado en rojo en el calendario de los nadadores más habituales, que ha servido también para dar a conocer la fibrosis quística fuera de España y en muchas partes del estado donde aún no se conocía». La prueba de todo ello es que, según Pons, en solo diez minutos se completaron las inscripciones de esta edición.
Además, más de 53 voluntarios ayudan a organizar este evento solidario cuyos fondos se destinan al tratamiento de pacientes de fibrosis quística y a la divulgación de la enfermedad en la sociedad.
A las diez y media de la mañana todo el mundo estaba ya preparado y calentando para participar en una carrera no competitiva donde lo que importa es el compañerismo y la solidaridad. Después de calentar unos minutos en las arenas de la playa de Cavall d'en Borràs, los 240 nadadores y nadadoras se hacían la foto de grupo de rigor y a continuación empezaba la prueba a nado.
En este 2017 la prueba cuenta además con la participación de dos afectados por fibrosis. Uno de ellos, Álvaro Ortiz, explicó a PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA la importancia de esta prueba para divulgar la lucha contra esta enfermedad: «Estos eventos son muy importantes porque así se puede conocer nuestra dolencia y, sobre todo, se puede hacer mucha presión para la investigación y desarrollo de los medicamentos que necesitamos para mejorar nuestra calidad de vida».
Debido al viento y el fuerte oleaje, durante las primeras horas de la jornada los nadadores realizaron tramos cortos en dirección a la orilla por cuestiones de seguridad en lugar de nadar en paralelo a la costa. A medida que el viento amainó, la travesía recuperó el recorrido habitual hasta que, al final de los tres días, los participantes hayan completado 63 kilómetros en toda la isla de Formentera.
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