Para conseguir que esta mezcla de estilos converjan encima del escenario se necesita un catalizador muy especial. Y aquí es donde asoma la figura de Maxwell Moya, parisino de nacimiento aunque formenterer de cepa y trotamundos musical en una fase generosa de su vida gracias a Ojos de brujo, milagroso experimento nacido en la Barcelona de hace dos décadas que bebía de las fuentes de la rumba catalana y el flamenco con acertadas dosis de reggae, hip hop, rock y música electrónica.
Una fusión que sin duda hizo mella en Moya aunque como él miso reconoce a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA , todo empezó en Formentera, y más concretamente en la casa número 13 del sinfín de moradas en las que residió Maxwell a su llegada a la menor de las Pitiusas con tan solo tres años y que tenía como nombre Can Marroig. «Mi madre era amiga de un pintor que vivía en esa vivienda y lo que iba a ser una semana de estancia se convirtió en doce años». Fue, según explica Maxwell «una infancia de contrastes, con sus luces, su oscuridad y sus colores que giró en torno a una casa bastante caótica donde recuerdo animales, personas, artistas de todo tipo, conciertos, fiestas lisérgicas y un kiosco al lado que era mi segundo hogar». En definitiva, mucha gente que iba y venía, sobre todo en verano, que era cuando abundaban los conciertos de todo tipo y las fiestas de luna llena. «Los músicos se iban y dejaban allí los instrumentos, y a mí, como niño, sin nadie alrededor y una batería, pues me dio por aprender percusión y sumergirme un poco en el movimiento hippie tamborilero de los años 90», resume el francés con una gran sonrisa.
De ahí a su etapa en Ojos de brujo. «Fueron 12 años años que se me han comprimido en un archivo zip del que no logro ver la totalidad ya que estuvimos viajando por todo el mundo y pasamos a ser reconocidos como una expresión de la modernidad en la España de ese momento en cantidad de festivales de World Music» comenta Max, implicado en el proyecto de los 21 a los 34 años. «Fue como una vorágine donde aprendí mucho de producción, edición de sonido, programación de bases y de todo lo que se experimenta en la carretera y en el trabajo en equipo».
Desgraciadamente, la vida y las direcciones opuestas posteriores a la conjunción de astros que formó la banda fueron las causantes de la disolución de Ojos de brujo. Fue entonces cuando Maxwell decidió emprender otro camino profesional que lo llevó hasta la Berklee College of Music de Valencia, donde ejerce actualmente de Coordinador de Desarrollo Profesional.
Precisamente, sus experiencias en la banda y en este centro educativo, unido a sus inquietudes musicales, fueron las que ayudaron al nacimiento de un Formentera Jazz Festival donde, según su creador, se busca «incluir todo tipo de propuestas que tuvieran este elemento en común, desde el flamenco al electro-jazz, pasando por el hip hop, la bossa nova, el latin jazz… pero todo con un punto en común».
Esto hace que el Formentera Jazz sea un festival donde la música se vive de pie e invitando a mover el esqueleto. Por ello, si esta misma noche nuestro cuerpo necesita algo más que el reposo inherente al agotamiento laboral de los días de entre semana, una buena opción puede ser dejarse caer por la Plaça de la Constitució de Sant Francesc y rememorar las lisérgicas veladas de luna llena que llevaron a Maxwell a la conclusión de que el jazz fusión nos podía hacer felices.
PROGRAMA
SÁBADO 03 JUNIO
16.30 horas - TALLER DE CANTO
Carpa Jardí de Ses Eres. Sant Francesc
21.30 horas - VIKTORIJA PILATOVIC
Plaza de Sant Francesc
23.00 horas - ANTONIO LIZANA QUARTET
Plaza de Sant Francesc
00.30 horas - MIDI DROPS
Plaza de Sant Francesc
02.00 horas - DJ NICKODEMUS
Plaza de Sant Francesc
DOMINGO 04 JUNIO
20.30 horas - JAM SESSION BLUE BAR
Blue Bar
Playa Migjorn, Carretera San Fernando-La
Mola, Km. 7.8, Formentera
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