Una de sus prioridades en la Cámara Alta fue la de presionar al Gobierno para que se construyera un hospital. «El diputado Santi Ferrer en el Parlament y yo en el Senado presentamos sendas mociones para que Formentera tuviera un hospital y nos las tumbaron», recuerda. Entonces, el PP decidió crear una comisión de transición mixta para estudiar las necesidades básicas. Era el año 1999 y más de uno cuestionaba la propuesta del hospital. «Se echaban las manos a la cabeza, incluidos los médicos del hospital de Ibiza. Teníamos muy claro la idea. Formentera necesita un hospital para nacer y morir en la isla, como decíamos entonces. Eso era difícil de aceptar, por el número de partos y la inversión, pero después de mucho ir y venir no sólo se miraba el aspecto económico, sino el social y el emocional de la persona que se tenía que desplazar a Ibiza a tener hijos o los que estaban en estado terminal separados de sus familias. Al final se entendió y ayudó mucho a que en 2002 llegaran las transferencias de salud a la Comunidad Autónoma», recuerda.
Un año más tarde, en agosto de 2003, se aprobó la licitación del proyecto de obras y estudio para la construcción del hospital que se levantó sobre una parcela de 25.849 metros cuadrados situada a la salida de Sant Francesc Xavier y con una superficie edificada de 3.300 metros. En abril de 2005 se adjudicaron las obras de construcción del hospital por un importe de 9.267.000 euros a la empresa S.A. Obras y Servicios de Copasa. Un mes más tarde, el 19 de mayo, se colocó la primera piedra del centro. Tras superar las dificultades que supuso la puesta en marcha de esta infraestructura, como fue la contratación de los especialistas, el hospital abrió sus puertas el 29 de enero. Primero el servicio de Urgencias y, al día siguiente, comenzaron a funcionar las consultas de primaria y de algunas especialidades. El primer día atendió a más de 40 urgencias, «un número inusual elevado para estas fechas», decía el entonces director Isidor Costa. El 12 de febrero, hoy hace diez años, fue inaugurado oficialmente el hospital en una jornada de consenso y reconocimiento entre instituciones en la que los partidos dejaron de lado sus diferencias políticas.
Isidor Torres, que dejó la política en 2007 y se jubiló como docente en 2010, mira el presente y asegura que el hospital cumple las funciones con las que se ha diseñado, «que se puede nacer en Formentera con todas las garantías y tienen unas urgencias potentes», así como servicios como diálisis peritoneal. «Lo que dijeron, de alguna manera, se cumplió», dice. La única traba es el personal: «Es importante que los profesionales hagan suyo el hospital y que desde Formentera puedan llevar su capacidad profesional». Torres mira al hospital en un futuro con más camas y con un mantenimiento adecuado. El deseo de nacer y morir se ha cumplido.
EL DETALLE
El viaje al hospital de la isla de El Hierro para realizar el plan funcional
El médico Antonio Pallicer, director general de Salud Pública de la Conselleria de Salut en la legislatura de 2003-2007, fue enlace de la Conselleria con Ibiza y Formentera para coordinar el tema de la puesta en marcha del centro.. «El hospital estaba acabado y faltaba hacer el plan funcional de los servicios», recuerda. En una reunión con los gerentes y la consellera de aquella etapa, Aina Castillo, se propuso nombrar al médico Isidoro Costa como responsable. «Con Costa me fui dos días a la isla de El Hierro, creo que en mayo o junio de 2006, para ver cómo funcionaba el hospital. Nos reunimos con los responsables, vimos los servicios que funcionaban y con eso hicimos el plan funcional. Está basado en la experiencia del hospital de El Hierro», afirma. De hecho, recuerda que fue el entonces alcalde, Isidor Torres, el que les dijo que «quería algo parecido al hospital del Hierro».
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