El conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, ha presentado en Formentera un proyecto piloto de control de ofidios, cuyo objetivo es determinar los problemas reales que crean actualmente las serpientes en la isla, analizando el número de especies, la densidad, la distribución real, la adaptación al medio y el impacto sobre la biodiversidad.
Asimismo, con el proyecto se quiere controlar la expansión y la densidad de serpientes en la isla, informar y concienciar a los ciudadanos sobre los problemas de las especies invasoras y fomentar la colaboración ciudadana para dar a conocer estos problemas.
Según han recordado, en los últimos años se ha producido la entrada accidental de ofidios peninsulares en Baleares. En Mallorca, donde ya había constancia de dos especies, se han detectado tres más y en las Pitiusas, donde no había ninguna especie, se ha detectado la colonización de la serpiente de herradura (Hemorrhois hippocrepis)*y también la serpiente blanca (Rhinechis scalaris) en Ibiza y esta última especie también en Formentera. La introducción de ofidios a la comunidad autónoma se relaciona directamente con la introducción en trailers de olivos del sur de la Península como jardinería ornamental.
Esta proliferación de serpientes ha hecho saltar la alarma entre los vecinos de Formentera, por lo que el Consell ha trasladado esta inquietud a la Conselleria, que impulsa ahora este proyecto.
Desde el Govern han recordado que ninguna de las especies mencionadas es peligrosa para las personas, pero todavía no se sabe qué efectos puede tener sobre la biodiversidad de la isla a medio plazo, dado que estas especies, además de alimentarse de aves pequeñas y roedores, puede alimentarse también de la lagartija endémica (Podarcis pityusensis).
Así, la semana pasada ya se empezaron a colocar jaulas de captura en diferentes puntos de la Mola y se capturaron los primeros ejemplares, que se han entregado a la Clínica Veterinaria de Formentera, centro de referencia del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Baleares (Cofib), que coordina el Proyecto Piloto de Control de Ofidios, con el apoyo de los agentes de Medio Ambiente y la colaboración de la Escuela de Artes y Oficios, cuyos alumnos han construido las jaulas de captura.
En esta primera fase, según ha explicado el conseller Vidal, "se han instalado 20 trampas en las cuales han caído 21 serpientes" y se instalarán más, hasta un máximo de 100. Paralelamente, se estudian otras medidas por prevenir nuevas entradas de ofidios, como la posible prohibición de la entrada de olivos ornamentales, cuadragésimas o detección con perros.
Al final de esta primera fase, que acabará a final de año, se redactará una memoria con los resultados obtenidos, que tienen que servir para determinar si técnica y económicamente es viable mantener un plan de control para erradicar los ofidios en Formentera.
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