La diputada de Formentera en el Parlament balear, Sílvia Tur, fue consellera de Medi Ambient durante las dos últimas legislaturas. Foto: M.V.

La que fuera consellera de Medi Ambient en la menor de las Pitiüses durante las dos últimas legislaturas se estrenó, después de las pasadas elecciones municipales y autonómicas, como diputada de Formentera para la presente legislatura y después de un pacto con la Agrupació Socialista.

—¿Cuál es su balance de los primeros cien días como diputada en el Parlament balear?
—Positivo, ya que se han cumplido parte de los acuerdos importantes, como las derogaciones de la Ley de Símbolos y del TIL, así como la supresión de la Delegació del Govern en Formentera. Asimismo, se ha conseguido garantizar el tratamiento a los enfermos de hepatitis C, que supone un gasto de más de 30 millones de euros anuales para el ejecutivo autonómico. También se están llevando a cabo acciones serias para controlar las party boats, que están prohibidas en el Parc Natural de ses Salines de Formentera, mediante inspecciones puntuales. Otro de los acuerdos previos se centraba en no permitir las prospecciones petrolíferas en aguas de la islas y de momento se me ha dado apoyo a una proposición no de ley que he presentado para que el Mediterráneo esté libre de prospecciones, que todavía está en trámite; y me consta que el Govern está a punto de firmar un acuerdo con Alianza Mar Blava, el movimiento civil de las Pitïuses en contra de este tipo de acciones. Otro de los puntos que llevábamos en programa era el relativo a llegar a un acuerdo con la comunidad educativa para levantar la huelga indefinida con el objetivo de tener un curso lectivo que ha empezado con normalidad. En resumen, el balance no está nada mal y quiero destacar que el diálogo y la coordinación están funcionando.

—Comparte el Grup Mixte con Ciutadans, ¿cómo es la relación con sus representantes y con un ejecutivo autonómico compuesto por varias fuerzas políticas?
—Con Ciutadans hay una relación cordial y han apoyado varias de las iniciativas que he presentado, por lo que les que tengo que agradecer su buena predisposición. En relación al Pacte, si es cierto que hay intereses para que éste no funcione, pero también cabe destacar que existen acuerdos prioritarios. Los partidos de la derecha parlamentaria tienen interés en alimentar el enfrentamiento y desencuentro entre las agrupaciones que apoyamos el Pacte, pero más allá de los debates, lo que realmente importa a la ciudadanía son los resultados de las primeras acciones de gobierno, y en general son muy positivas y cuentan con nuestro apoyo. Desde fuera se transmite una tensión que dentro del Parlament no se percibe. Participo en todas las reuniones quincenales de seguimiento del pacto y hay acuerdos sobre algunos temas y con otros la puerta del diálogo siempre está abierta.

—Sin embargo, esta semana, Podemos dejó en minoría al Govern y votó con el PP contra los nombramientos de algunos cargos...
—Podemos siempre ha dicho que el apoyo al Govern no sería un cheque en blanco, y compartimos la opinión sobre la inconveniencia de algunos nombramientos. En agosto se llegó a un acuerdo entre los partidos que apoyamos el Pacte sobre dos máximas que deben regir a la hora de asignar cargos; por una parte, la idoneidad y solvencia profesional de cada uno, así como la desvinculación familiar de los representantes electos.

—Estamos a las puertas de un fin de año marcado por unas elecciones generales, ¿se vive ya ese clima en el Parlament?
—Sí, aunque de forma parcial, y creo que se volverá más intenso a mediados del mes de octubre cuando todos los grupos parlamentarios estén abocados en la aprobación de los presupuestos de la CAIB para 2016.

—¿Cómo se prepara para esa sesión plenaria?
—Tenemos tres reivindicaciones claves desde Formentera. El inicio de la construcción de la nueva escuela de Sant Ferran, el traspaso de la promoción en materia turística a la isla con una dotación económica justa, así como que el Govern vuelva a asumir el coste del traslado de los residuos desde Formentera a Eivissa.

—El hecho de que usted sea la representante de Formentera proviene de un pacto preelectoral con la Agrupación Socialista de Formentera para toda la legislatura. ¿Cómo es la relación de trabajo con dicha formación?
—Muy buena, y también tengo que decir que lo es con otras agrupaciones que apoyan las iniciativas que presentamos desde Formentera. Hay respeto y espíritu de colaboración máximos con las demandas de nuestra isla.

—Si le parece bien, volvamos al tema de las party boats...
—Esta propuesta me ha permitido hacer varias lecturas. Aparte del contenido en sí mismo, el hecho de que el PP la haya apoyado da a entender que son conscientes de los problemas que causan y que este modelo perjudica seriamente a la isla ya que no genera beneficios a las empresas locales; la mayoría son de capital extranjero y dan una imagen de Formentera con la que no estamos de acuerdo, además de poner en peligro la conservación de determinados hábitats naturales protegidos. No quiero pensar que ha sido una actitud electoralista por parte del PP este cambio de actitud con respecto a meses atrás, sino que obedece a un cambio de mentalidad y que consideran que este tipo de actividades no favorecen a nadie.

—Usted ha sido durante los últimos ocho años consellera de Medi Ambient de Formentera y este verano pasado comenzó con un cúmulo de averías y problemas como vertidos de materias fecales en zonas protegidas y deficiencias manifiestas en la depuradora, los emisarios y en la planta eléctrica de es Ca Marí. Suponemos que encontrar soluciones a estos problemas serán prioritarias en su agenda...
—Todo lo que ha pasado este año es consecuencia de haber llegado a tal límite que obliga a todos los responsables políticos a marcar una hoja de ruta prioritaria y después de una dejadez que lleva décadas basada en ‘parchear' los problemas. Estas cuestiones están sobre la mesa en el Parlament, ya que las infraestructuras tienen una vida media de veinte años en Baleares, están dimensionadas y mantenidas a la baja y nadie tuvo la voluntad previa de establecer planes de seguimiento y saneamiento porque no ha sido políticamente rentable, algo que es de lamentar. Lo que sí generaba beneficios era urbanizar, construir y hacer carreteras, olvidando que los servicios básicos son la prioridad absoluta. Además es complicado hacer una estrategia clara en cuatro años, aunque exista la voluntad de las fuerzas políticas, cuando varias de estas instalaciones dependen de diferentes administraciones o empresas. Para revertir esta situación se requieren probablemente diez años de inversiones continuadas con un plan estratégico, porque estamos hablando de cientos de miles de euros. Con respecto al tercer cable eléctrico, Red Eléctrica está trabajando en una propuesta de trazado y que deberá contar con un acuerdo del Consell, ya que supondría una nueva infraestructura en la isla. Además, tenemos que plantearnos si estamos dispuestos a continuar con este crecimiento o poner un límite, a través de medidas de ahorro.

—En materia de Sanidad, Formentera no tiene competencias, pero hay necesidades de servicios, sobre todo cuando los pacientes tienen que desplazarse a Mallorca porque necesitan tratamientos. ¿Existe una solución inmediata y viable a este problema?
—En este sentido pediremos una compensación económica para que estos pacientes reciban el tratamiento adecuado. En este momento se cuenta con una infraestructura, vecina a son Espases, con 13 habitaciones que son insuficientes si tienen que recibir a cerca de 50 pacientes de Formentera, Eivissa y Menorca y nos consta que hay pisos disponibles para padres con niños con cáncer, pero siempre este tipo de servicios son básicos. Las ayudas son irrisorias y necesitan adelantarlas, además de pagar hoteles para los familiares. No podemos permitir que haya ciudadanos de segunda debido a la insularidad y que en el caso de Formentera serían de tercera. Con respecto a este tema, lo que le pedimos al Govern, es que se lleve adelante la construcción de una residencia o que se amplíen plazas para que enfermos y familiares puedan ir a Mallorca en igualdad de condiciones y nos consta que otros grupos parlamentarios se manifestarán en la misma línea. Además, hay que reforzar los servicios de Urgencias en el Hospital de Formentera y agilizar los tiempos de espera en algunas de las especialidades en las que existen carencias, como Psiquiatría Infantil, que se reducen a mínimos. En este momento estamos trabajando para que estos problemas se solucionen cuanto antes. Y me gustaría agregar que, en conjunto, en corto o medio plazo, Formentera tenga la representatividad que le corresponde y que, desde Balears, no nos sigan confundiendo como una institución que depende de Eivissa. «Un diputado solo no puede jugar en las mismas condiciones que el resto de representantes.