Desde hace unos días diversos locales comerciales y las dependencias del Consell tienen pegados en sus fachadas o tablones de anuncios carteles con las fotos de 13 cachorros que esperan que alguien los adopte y que se encuentran en la perrera municipal.

Este servicio se constituyó en la isla en el año 1999 y a partir de 2011 pasó a cargo de la consellería de Ramadería, Agricultura i Pesca del Consell Insular.

Entre las tareas que se llevan a cabo figuran la recogida de canes sueltos en la vía pública, el albergue de aquellos abandonados o que por diversas circunstancias sus dueños no pueden hacerse cargo de su cuidado, así como un programa de guardería, en este caso limitado a las prestaciones del recinto.

La perrera de Formentera se sitúa en la zona industrial de la isla y según la memoria facilitada por la consellería a Periódico de Ibiza y Formentera, en los últimos cuatro años el promedio de perros registrados anualmente se sitúa en unos 150, la mayoría cachorros.

Según los datos de la actividad de este centro, en 2014 se registraron 107 perros recogidos porque estaban sueltos, 17 por orden de la Guardia Civil o Policía Local, 14 han permanecido en el recinto en régimen de guardería y 22 fueron abandonados en la perrera o sus dueños presentaron la renuncia a seguir cuidando del can.

De todos ellos, 111 fueron devueltos a su propietario, 29 fueron adoptados, cuatro se enviaron a sa Coma, DUO o Acción Francisco y 14 recogidos en guardería, aunque ninguno sacrificado.
En lo que va de 2015, 32 perros han pasado por la perrera y en la actualidad hay 13 cachorros esperando que los adopten.

Procedimiento

El primer paso ante un perro suelto es comprobar que lleva el chip identificativo para comunicarse con el propietario y si no lo tiene se le saca una foto y durante 15 días se exhibe un cartel donde se describen sus características, la zona en la que fue localizado para que sus dueños puedan ponerse en contacto con la perrera y si en dicho período de tiempo no hay respuesta, el animal se pone en adopción.

Los medios de comunicación se establecen vía Facebook, en la página web del Consell Insular y mediante carteles que se colocan en las oficinas de las distintas Consellerías, así como en locales comerciales y en las clínicas veterinarias de la isla.

La manutención y el servicio veterinario corre a cargo del Consell Insular mientras permanezcan en la perrera.
A la hora de retirar un perro por parte del propietario, en el caso de que no tenga chip se le obliga a su colocación y a que cuente con todas las vacunas obligatorias, ya que ningún animal puede salir de la perrera municipal si no cumple estas condiciones.

Además, y en estos casos, se deben pagar unas tasas previstas en la Ordenanza Fiscal Reguladora; 20 euros por la recogida del perro en la vía pública con aviso previo de la propiedad, 25 euros sin previo aviso a lo que se suman 10 euros por día de estancia en el recinto municipal.

En el caso de adopción, los interesados deberán abonar 15 euros en concepto de chip y vacunas. Asimismo, el coste del servicio de guardería, que estos días no funciona por saturación del recinto, asciende a 10 euros diarios y el montante por donación voluntaria a la perrera se sitúa en 23 euros.

Con respecto al servicio de guardería o si se renuncia a la tutela del animal por impedimentos personales, la perrera municipal no acepta perros mayores de tres meses sin microchip, no vacunados o sin desparasitar, así como aquellos que padezcan enfermedades trasmisibles, sean agresivos o problemáticos.