Maria Ferrer Marí celebra sus 100 años de vida al calor de familiares y vecinos en Sant Joan

La plaza central del pueblo se llena para festejar los 100 años de su querida vecina

Los asistentes cantan el cumpleaños a Maria Ferrer. | C.LC

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Al principio no quería salir sino quedarse en el refugio de su casa. Sin embargo, al ver la afluencia de gente que acudió este martes por la tarde para celebrar sus 100 años de vida no le quedó más remedio que salir y unirse a tan especial celebración. Y es que la plaza Espanya de Sant Joan se llenó de vecinos durante la tarde de este martes para rendir homenaje a Maria Ferrer Marí en el día en que se convertía en centenaria.

A partir de las 17.00 horas llegaba a comenzar la gente y a realizar los preparativos para el convite. Unos pocos minutos después estaba todo preparado, con una gran mesa en el centro de la plaza llena de comida para el convite y María salía finalmente de su casa, ubicada justamente en el centro del pueblo, entre aplausos de sus vecinos, amigos y conocidos.

«Me hace ilusión cumplir 100 años, pero eso también significa que soy vieja y eso no me gusta tanto», aseguraba María, sobre llegar a una cifra tan señalada e importante. Pese a mostrarse un poco reacia en un principio a esas celebraciones, se fue animando al ver a tanta gente a su alrededor e incluso se llegó a emocionar ante la presencia de tantos vecinos y viejos amigos, que fueron pasando para felicitar a María de Can Miquel d’en Cama.

Sant Joan rinde homenaje a Maria Ferrer, su nueva vecina centenaria
Muchos no han querido perderse los 100 años de Maria Ferrer.

«Es una persona conocida por todo el pueblo, y todo el mundo la quiere mucho», aseguró Francisca, una amiga de toda la vida de María, que no podía faltar a un día así.

Además del convite, a María en un día tan especial no le faltaron regalos. Por parte del Ayuntamiento de Sant Joan, su alcaldesa Tania Marí hizo entrega de un gran ramo de flores y una placa conmemorativa a la centenaria. Por su parte, el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, le hizo entrega de otro ramo de flores y un bonito cuadro conmemorativo.

Los vecinos, por su parte, se organizaron para traer una gran y deliciosa tarta para que María terminara su cumpleaños como tenía que hacerlo: soplando las velas mientras los vecinos del pueblo le cantaban, prácticamente al unísono, el cumpleaños feliz a su nueva y querida centenaria.