Espe Llorenç, ‘Palermet y Miquel Vingut en momento de la visita teatralizada en Sant Antoni. | Alejandro Mellon

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Los muros de la iglesia de Sant Antoni cobraron vida este viernes con la visita teatralizada 'Tots a refugi! Església de Portmany, 1692. Cerca de 40 personas asistieron a esta experiencia cultural que transportó al público hasta pleno siglo XVII, cuando la iglesia era el único refugio ante los constantes ataques que sufría la población de Portmany.

Guiados por la actriz y productora Neus Torres, los asistentes recorrieron los rincones del edificio mientras tres actores, Miquel Vingut, Esperança Llorenç y Vicent Marí ‘Palermet, contaban una historia ante el público, haciendo que este también formase parte de la función.


1962

La obra comenzó en los exteriores de la iglesia, con la guía situando a los visitantes en el año 1692, cuando en el Quartó de Portmany aún no existían otras parroquias excepto la de Sant Antoni.
Una vez dentro, Torres fue explicando todos los secretos de la iglesia: el altar de Santa Magdalena, la capilla de San Roque, las baldosas valencianas del siglo XVIII o la importancia de las reliquias en la Corona de Aragón. Como era de esperar, en la obra no faltó la comedia, con escenas como la subasta de un queso, que arrancaron risas entre el público.

Un viaje al pasado de la iglesia de Sant Antoni
Varios de los asistentes durante la visita teatralizada. Foto: Alejandro Mellon

Uno de los momentos más impactantes llegó con la subida a la parte superior de la iglesia, donde los asistentes recorrieron los antiguos pasadizos fortificados y contemplaron los orificios desde los que los habitantes de la época defendían el templo. «Me ha encantado, muy chulo. Enseguida te engancha, te hace meterte en la historia, un 10», comentó Marina, una de las visitantes. «Soy ibicenca de toda la vida y nunca había entrado en esta iglesia. Me ha emocionado mucho el final y la historia», añadió.

El proyecto, impulsado por Neus Torres y Miquel Vingut, ha sido un sueño perseguido por ambos creadores durante mucho tiempo. «Estábamos seguros, creíamos mucho en el proyecto. He visto las caras de la gente y ya dicen todo. Parece que puedes ver a tus antepasados allí dentro», aseguró Torres. Mientras que Vingut afirmó que este evento ha sido creado con el objetivo de «intentar promover nuestro patrimonio y que la gente lo conozca. La iglesia forma parte de nosotros y son muy desconocidas».


Vestuario

El vestuario, diseñado por la artesana Antonia Riera, de Ibimoda, también jugó un papel clave en la ambientación de la obra teatral. «Me he documentado mucho para hacerlo lo más fiel posible al siglo XVII. Ha sido un ‘trabajazo', pero estoy muy contenta y emocionada con el resultado», apuntó la ibicenca.

Según sus creadores, la iniciativa no termina en la iglesia de Sant Antoni, sino que el objetivo es llevar estas visitas teatralizadas a otras iglesias fortificadas de la isla, como las de Santa Eulària, Sant Miquel o Sant Jordi.