José Martínez García.

El próximo jueves 9 de enero de 2025, a las 18:30 horas, Can Moreta acogerá la presentación del libro Detalles con Alma, una obra que fusiona poesía y fotografía, creada por Giuseppe ‘Josep’ Concas con poemas de José Martínez García. Este proyecto, al que sus autores denominan «Fo-Po-Gra-Sía», se inspira en las tradiciones y costumbres de Ibiza y Formentera, capturando la esencia de estas islas a través de imágenes y versos cargados de significado, tal como explica Concas a Periódico de Ibiza y Formentera.

—¿Cómo surgió la idea de crear Detalles con Alma?

—La idea inicial surgió en 2022 con una exposición de fotografía que al final no pudo llevarse a cabo por distintas razones. Se trataba de una exposición de fotografías de ball pagès y artesanía ibicenca. Cuando se canceló la exposición, le propuse a Pepe, José Martínez García, que hiciera un poema para una selección de las fotografías de la exposición. De esta manera, acabó haciendo un poema para 63 de las 153 fotografías del libro. Unos números que no son casuales: soy muy aficionado a la numerología y tanto la suma de estos números, como la del 2025 y la de los 27 años que llevo en Ibiza, es un nueve.

—¿Cómo fue el proceso creativo junto a José Martínez García? ¿Cómo se complementan fotografía y poesía en esta obra?

—A la fusión entre fotografía y poesía que presento en este proyecto, la he llamado «Fo-Po-Gra-Sía», jugando con las dos palabras. Además de la amistad, yo admiro la obra de Pepe, que con esta ya tiene 15 publicaciones. A él le gustan mucho mis fotografías, así que ha sido relativamente fácil entendernos a la hora de fusionar nuestros lenguajes. Él nunca ha visto un ball pagès ni nada relacionado con Ibiza más allá de mis fotos. Vive entre Granada y Cataluña y nunca ha visitado Ibiza, por lo que cada poesía está inspirada únicamente en una de mis fotografías.

—¿Qué aspectos de la cultura y tradiciones de Ibiza ha querido destacar con este trabajo?

—Es un libro para dar a conocer el ball pagès y las costumbres de la isla, enfocadas en la artesanía. Ibiza tiene mucho que enseñar más allá de las discotecas y todo lo que se ve por ahí. Yo trato de trasladar la cultura y la tradición de Ibiza a través de fotografías de los refajos, las joyas o la vestimenta de las payesas, así como de los instrumentos y del baile. Son fotografías de los últimos 15 años, período en el que me he enfocado en la tradición y las costumbres de Ibiza.

—¿Qué le llamó tanto la atención de la cultura ibicenca?

—Yo soy de Cerdeña y allí tenemos una cultura muy parecida a la de Ibiza, desde los fenicios hasta la Corona de Aragón. Desde que llegué aquí hace 27 años, sin ni siquiera hablar castellano, me ha interesado la cultura y la lengua ibicenca. Mis vecinas, la ‘tía’ Esperança y la ‘tía’ Pepa, solo hablaban eivissenc y no tardé mucho en hablar con ellas. Lo primero que aprendí es lo que siempre me decían: «Si t’agrada, bé, i si no ja n’aprendràs» (ríe).

—Lleva unos 15 años siguiendo las ferias de artesanía y las fiestas de los pueblos para fotografiarlas. Habrá vivido distintas anécdotas destacables.

—Así es. Aunque lo más destacable es haber conocido a quien se ha convertido en mi verdadera musa y modelo, Maria Gibert, que es filadora. Nos conocimos en una feria de Sant Jordi hace 14 o 15 años y desde entonces nos hemos hecho muy amigos. Dice que soy «un dimoni» o «un barruguet», y todas esas palabras antiguas me encantan. Procuro visitarla siempre que puedo. Hace poco fue su cumpleaños (cumplió 91), le llevé un flaó y hicimos «un vi i un tros de sobrassada».

—¿Qué ha sido lo que más le ha costado a la hora de hacer este proyecto?

—A la hora de hacerlo y coordinarme con Pepe no ha sido especialmente complicado, más allá de las relaciones con las administraciones. Lo más difícil ha sido la época en la que lo he estado haciendo, pasando el duelo por la muerte de mi padre. En estos momentos bajos, me siento de alguna manera más productivo, por lo que, de alguna manera, he podido concentrarme a la hora de sentarme a seleccionar las fotos. Me ha servido como una manera de desahogo a largo plazo.

—¿Qué respuesta espera por parte del público ibicenco ante esta publicación?

—El libro salió el día 20 de diciembre y está siendo todo un éxito. No tengo la cuenta exacta de los ejemplares vendidos en librerías, pero solo por mi parte ya he vendido más de 100 en menos de 20 días. Así que estoy totalmente abrumado, sorprendido y agradecido por la respuesta que está teniendo.