Las diferentes flores adornan los centros hechos por las socias del Esplai de Can Ventosa. | Irene Arango

Eucalipto, paniculata, flores frescas que luego secan bien en el centro, vara de algodón, salix... Estas son algunas de las plantas que se usaron este viernes en el centro de mayores de Can Ventosa, donde se elaboró un taller de flores preservadas para los mayores socios. Desde antes de las 12.15 horas, muchos de los inscritos ya esperaban para poder comenzar estos adornos que durarán durante mucho tiempo en los rincones de sus casas.

La jornada fue impartida por Vanesa Jimeno y Naira Caravaca de Vanai-Ibiza, quienes se dedican desde hace una década a la elaboración de centros en la isla. Este ya es el cuarto año que realizan uno de estos talleres en colaboración con los ayuntamientos para que todos puedan acceder a uno de estos centros.

¿Qué son?

«Las flores preservadas son aquellas que lleva un tratamiento orgánico para que se mantengan y es totalmente ecológico. Esto hace que no se marchiten ni que necesiten agua. Son más caras que las flores frescas, pero son más sostenibles y para empresas y negocios es un ahorro, puesto que no las tienen que ir tirando cada semana», explicó Jimeno, quien detalló que este proceso se puede hacer únicamente de forma industrial, puesto que «se necesita una gran producción con cámaras frigoríficas especiales y fórmulas que no conocemos».

En total, para este tipo de talleres, en los que nada más llegar ya se puede sentir el olor a las flores, suele haber un mínimo de 15 personas e incluso pueden llegar a 30, según explicó Jimeno. «Son talleres que suelen llenarse ya que son gratuitos para el ciudadano y se llevan su planta a casa que puede llegar a costar entre 50 y 70 euros. Se van encantadas siempre», comentó Jimeno.

Mientras se elabora el taller, las asistentas a esta jornada están muy concentradas en hacer su planta e incluso piden callar a quien habla en la mesa para poder enterarse perfectamente de las explicaciones.

Una jornada en la que un grupo de mujeres del centro de mayores de Can Ventosa vivió una mañana de creatividad y de buen tiempo para tener un nuevo adorno en sus casas.