La plaza del barrio de Es Pratet, frente al párking de la zona, ha acogido este domingo una jornada de celebración. Desde buena mañana comenzaban las actividades, en este caso, para los más pequeños. Lo hacía con un taller infantil que comenzaba a las 11 de la mañana, a cargo de la asociación Espurna. La gente comenzaba a acercarse a una zona en la que los talleres hacían pasar un gran rato a los más pequeños del barrio.

Tras este taller infantil, era el momento de dar paso a la música. Pasada la una del mediodía, se habilitaba un improvisado escenario para que, hasta seis músicos, dieran un concierto de Jazz en el mismo lugar. Tras el espectáculo musical, era ya la hora de comer. Era este el momento de máxima afluencia de gente, con cerca de 300 personas, que se acercaban a disfrutar de la comida, una deliciosa fideuá. Esta afluencia superaba incluso las expectativas de los organizadores. Carmen Cárcel, presidenta de la Asociación de Vecinos de Es Pratet, explicaba que la intención era hacer dos, pero que finalmente habían sido tres por «toda la gente que ha venido».

Esta fideuá, así como las bebidas, era ofrecidas a un precio muy asequible, a tan solo seis euros la ración «la gente se piensa que ganamos dinero con esto, pero entre que utilizamos buen producto y lo ponemos muy barato, al final, beneficio no tenemos», explicaba Carmen.Como postre a esta fideuá se realizaban els bunyols, tan típicos de la isla, que eran servidos a lo largo de las mesas por la propia Carmen.La jornada no terminaba con la comida, sino que las actividades llegaban hasta la tarde. Lo hacían con un taller gratuito de preservación de flores, a cargo de la floristería VANAI a las cuatro de la tarde. Un poco más tarde, a las cinco, la música volvía a las actividades con una chocolatada con buñols tan propia de las fiestas de barrio.

El motivo de esta celebración viene dado por la remodelación de la zona, que incluye la reforma y nuevo asfaltado de la calle de Pere Francés y la ampliación del parque infantil del lugar.
Esto se produjo a mediados de julio, cuando estaba planeado celebrar las fiestas. Sin embargo «por un motivo o por otro, se fue aplazando», explica Carmen, hasta que se fijó para el pasado 1 de noviembre. Pese a ello, al decretarse los tres días de luto oficial por los afectados por la DANA en Valencia, tuvo que suspenderse. Este domingo, esta vez sí, los vecinos de Es Pratet pudieron disfrutar de una jornada dominical «para hacer barrio».