El violinista Álvaro Córdova y el pianista Borja Gil durante un momento de la actuación. | Arguiñe Escandón

El IV Festival de Música de Cámara finalizó este domingo su ciclo de conciertos con una propuesta de diálogo entre violín y piano.

El festival organizado por el Ayuntamiento de Santa Eulària con la coordinación de la intérprete Elvira Ramon, en el Centre Cultural de Jesús (CCdJ) se despidió con el recital de clausura ‘Diàleg sense paraules’ a cargo del violinista Álvaro Córdova y el pianista Borja Gil.

Una despedida de un ciclo «a medio camino entre el recital solista y la música sinfónica nos encontramos la música de cámara, desde los populares cuartetos de cuerda (quintaesencia de este género), pasando por tríos con piano, trompa o clarinete, hasta quintetos y octetos donde se hace casi presente una orquesta de cámara, pero, al final del camino y como máxima reducción: el dúo» tal como definieron los mismos artistas.

Sobre su propuesta, la llegaron a definir como cuando «se juntan dos amigos para interpretar un programa de diferentes obras de este género con un punto en común; el diálogo sincero entre los dos instrumentos». «Recorriendo obras capitales de la literatura de este género, como la única sonata para violín escrita por Mozart en una tonalidad menor, la conocida ‘Kv. 304’, y siendo de especial atención en un compositor del cual la mayoría de su obra es escrita en mayor», añadían.
Como eje central del concierto de despedida, pesaron las obras del matrimonio Schumann, con la primera sonata ‘Op.105 en la menor’.

La guinda final del festival fue con la interpretación de la ‘Romanza Andaluza op.22’, de Pablo Sarasate, poniendo punto y final a la cuarta edición del Festival de Música de Cámara y el punto de mira en la quinta.